La llamada madre de todas las elecciones que vivirá México, en 2021, será la más grande y compleja de la historia nacional.
Estamos hablando de la primera gran elección de los tiempos modernos que se organiza, despliega y verificará en medio de la letal pandemia del SARS-CoV-2 (Covid-19), el virus que nos ha cambiado la vida a todos.
El nuevo coronavirus ya nos alteró la vida social, económica y ahora, frente a la elección que ya se prepara en México, va a trastocar todo el proceso político electoral: organización, forma de hacer campaña y posiblemente hasta la forma de votar, en algunos estados, para evitar contagios.
No es de extrañarse, la pandemia ha alterado la salud, la economía mundial, la educación, la elección del país más poderoso del mundo y está marcando las agendas públicas, entonces, ¿por qué no habría de ser influyente en la elección de 2021 en México?
El presidente Andrés Manuel López Obrador lo sabe perfectamente, por eso, en su primera conferencia de prensa del año dio la noticia esperanzadora de que todas las personas de 60 años y más serán vacunados durante febrero y marzo próximos.
Suena prometedor, pero en cifras el reto equivale a la aplicación de la vacuna a casi 260 mil personas al día, pues el segmento de población objetivo es de unos 15 millones y medio de mexicanos.
Se trata de un verdadero desafío para el sistema público de salud que, aunque ha dado muestras de estar capacitado para retos heroicos, está agotado tras 11 meses de enfrentar al Covid-19.
Está claro, sin embargo, que se esforzará por lograr la meta fijada, siempre y cuando hayan llegado las suficientes vacunas.
A cinco meses de la elección, cuando estamos en semáforo rojo en la mayor parte del país y la vacunación apenas empieza, la pandemia y su único freno, la vacuna, ya son factores determinantes en la elección que viene.
De hecho, los peores ataques, críticas y reclamos de la oposición al gobierno en turno han sido, en los últimos meses, por supuesto el mal manejo de la pandemia y la creciente cantidad de muertes que ha dejado.
De cualquier modo, para el gobierno de la 4T, 2021 es el reto electoral más importante que va a enfrentar en el sexenio, por la gran cantidad de cargos públicos en juego, claves para la gobernabilidad del país y la continuidad del régimen.
En el ámbito federal se renovará completamente la Cámara de Diputados; 15 gubernaturas; 30 congresos locales; mil 900 ayuntamientos y juntas municipales.
Aquí, en la Ciudad de México, se disputan las 66 diputaciones del Congreso local, las 16 alcaldías y los 160 representantes de los concejos de las alcaldías, 10 por demarcación.
Para darnos una idea de lo que esto significa, recordaremos que cerca de 95 millones de ciudadanos podrán votar, en 30 entidades, para elegir a quienes ocuparán los más de 21 mil cargos de elección popular que se renovarán en todo el país.
Estas cifras ilustran la importancia de esta elección intermedia, donde se disputan más de la mitad de los cargos de elección popular que hay en México.
Además de estar marcada por el manejo gubernamental de la pandemia, en la elección que viene veremos formas inéditas de hacer proselitismo, un uso indiscriminado de las redes sociales que serán parte del campo de batalla de los contendientes, junto con los medios de comunicación audiovisuales e impresos.
Para el electorado de todo el país, el manejo de la salud pública por parte del gobierno, esencialmente del proceso de vacunación, será un factor que influya considerablemente en el ánimo del votante.
A su vez, para la oposición, el coronavirus es una divisa política que le brinda una oportunidad inmejorable para tratar de reconquistar el poder, aunque sus plataformas sean incongruentes y vacías ideológicamente.
Lo cierto es que la pandemia desestabilizó al mundo y, nos guste o no, ya está en medio de la contienda electoral que estamos viviendo.
Veremos hasta dónde llega la ambición política y quiénes, con tal de obtener un hueso político, son capaces de lucrar con la peor tragedia de la humanidad de la era moderna.
Si pensaba que ya lo había todo en política, espérese tantito.
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