El fin de un año es un momento simbólico para la reflexión en todos los órdenes, en lo personal, en lo familiar, y por supuesto, en lo nacional. En todas estas esferas, sin lugar a dudas, ha sido un año inusualmente adverso, por lo cual dedicamos estas líneas para analizar brevemente a México al cierre de este 2020 y sus perspectivas al 2021.
Para lograr esta fotografía, tomaremos tres facetas centrales sobre el desempeño del país: la pandemia COVID-19; la seguridad pública; y la economía.
Respecto a la gestión de la pandemia del COVID-19, tenemos que al 5 de diciembre de 2020, México es el 4º país con más muertes en el mundo con 109,456 defunciones. Esto es, México registra más muertes que seis países con más habitantes, con 857 defunciones por cada millón entre su población. Lo que ya sitúa al COVID-19 como la segunda causa de muerte entre los mexicanos, sólo detrás de las enfermedades del corazón (156,041 defunciones), superando las muertes por diabetes (105,354 defunciones).
En materia de seguridad pública, al 5 de diciembre de 2020, tenemos que México contabilizó 31,800 homicidios dolosos, acumulando en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, 69,660 defunciones por esta causa criminal. Esto es, puesto en perspectiva, que en los primeros dos años del presente gobierno federal, ya se agrega el equivalente al 51.5% del total de homicidios dolosos registrados en seis años de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto.
En materia económica, el consenso de los analistas sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020, según la última encuesta del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), estima una caída de -10.0% al cierre de 2020. Lo que significa la peor caída en la producción interna desde 1932 y pone a la economía mexicana como la cuarta más afectada entre las 20 economías más importantes del mundo.
¿Qué podemos esperar para 2021?
Queda claro que el comportamiento de la economía para el próximo año depende en gran medida del nivel de confianza del sector privado nacional para invertir en nuestro país, mismo que permite estimar un crecimiento del PIB de 1.8 a 3.2% como máximo para 2021, según la última encuesta del Banco de México.
Ahora bien, según la Organización Internacional del Trabajo, el impacto del mencionado desempeño económico en las tasas de desocupación entre la Población Económicamente Activa (PEA) de México será contundente, pasando de 3.4% en 2019; a 3.7% en 2020, y a 4.1% en 2021. Lo anterior significa que México cerrará 2021 con 2.3 millones de personas en condición de desempleo, es decir, 400,000 más que en diciembre 2019. Lamentablemente el deterioro será mayor en los grupos más vulnerables y en el sector agrícola. Sin embargo, se espera la recuperación de algunas plazas laborales en el sector de servicios y particularmente en el autoempleo de la economía informal.
EN PERSPECTIVA, como se puede apreciar, el panorama no es nada alentador para México al cierre del 2020 y del 2021 por venir. Y no lo es en materia del impacto por la pandemia del COVID-19; en seguridad pública, medida a partir del número homicidios dolosos; y en términos económicos, considerando el desempeño de la producción y la generación de empleos.
Estimado lector, aquí los datos. Juzgue usted.
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