El alto encarecimiento del dólar frente al peso, además de otros factores externos, generaría una mayor inflación de los precios en México.
La posibilidad de que la depreciación del peso mexicano se traslade a precios ha crecido en las últimas semanas y existe el potencial de presiones adicionales en el valor de la moneda de cara a las elecciones en Estados Unidos, comento Javier Guzmán, subgobernador del Banco de México (Banxico).
En un documento difundido por Banxico, Guzmán dijo que no descarta la intervención discrecional de las autoridades financieras de México en el mercado de cambios si surgieran circunstancias excepcionales.
Se prevé que la inflación general pueda aumentar gradualmente durante el resto del año hacia niveles ligeramente superiores al 3 por ciento, y fluctuando en torno a esta figura en 2017, pero hay que señalar que este último está sujeto a cierta incertidumbre, ya que la propuesta de liberalizar los precios de la gasolina a partir de 2017, los cuales pueden afectar a la evolución de la inflación, siguen siendo objeto de examen por el Congreso.
De acuerdo con Guzmán, quien ofreció un discurso en Nueva York, la evolución del tipo de cambio es el principal riesgo para la inflación.
“La importancia de estos resultados se subraya cuando se tiene en consideración que, desde principios de septiembre de 2014, el peso se ha depreciado alrededor del 45 por ciento con respecto al dólar estadounidense”.
En este mismo contexto, el funcionario señala que la es razonable esperar que la expansión de la actividad económica continuará durante el resto de este año y en 2017.
“Sin embargo, los choques que han afectado a la economía tienen que ser tomado en consideración para una evaluación objetiva de su actuación”.
Resaltó que es importante tener en cuenta que el sector industrial en los Estados Unidos ha estado en recesión desde principios de 2015, y que el crecimiento anual del PIB en ese país se ha desacelerado de forma continua desde el segundo trimestre de ese año.