Adriana Manzanares fue sentenciada a 22 años de prisión por aborto, luego de haber sido golpeada y agredida hasta por sus propios familiares.
Ciudad de México.- La indígena tlapaneca Adriana Manzanares Cayetano fue liberada luego de que la Suprema Corte de Justicia resolviera que el cargo por aborto con el que fue recluida durante siete años en una penitenciaría de Chilpancingo, Guerrero estaba infundado.
En una entrada publicada en Facebook por la Asociación Las Libres (dedicada a la promoción y defensa de los Derechos de las Mujeres en el Estado de Guanajuato) se lee: “‘Libertad inmediata para Adriana’, resuelve la #SCJN”.
La orden dada este miércoles por la SCJN, sentenciada a 22 años por homicidio en grado de parentesco tras sufrir un aborto, se resolvió de manera unánime con lo que se le otorgó un amparo con el que Adriana ya tiene que ser liberada del penal de Chilpancingo.
La resolución de la Corte se da tras dos años de haber atraído el caso, en 2011.
Llama la atención que fue una asociación guanajuatense (Las Libres) la que solicitó el amparo ante el Tribunal Superior, argumentando en su defensa que fue acusada de homicidio con una prueba sin validez científica y sentenciada sin entender y hablar el idioma español, por lo que le fue violado su derecho a contar con un traductor durante el proceso penal.
La única prueba que la Procuraduría de Guerrero presentó contra Adriana es la docimasia pulmonar, una práctica no científica en la que supuestamente revisan si el feto respiró antes de morir.
Cabe recordar que además de una condena de 22 años de la cual cumplió con siete, Manzanares Cayetano, de 27 años, fue enjuiciada de manera tribal en la comunidad de Ayutla de Los Libres, Guerrero, donde los pobladores la acusaron de adulterio, recibiendo una golpiza pública que además fue replicada por su esposo y padre, sin que nadie haya sido condenado por las agresiones que le proporcionaron a la joven indígena.