París/Bruselas (elsemanario.com).- Los gobiernos de Francia y Bélgica intercambiaron posturas sobre seguridad a raíz de los ataques perpetrados en París el viernes pasado que ocasionaron la muerte de 129 personas y dejando a cientos de heridos.
Por un lado, París considera que Bruselas no detuvo a varios yihadistas considerados peligrosos, acusando que los ataques fueron preparados en territorio belga, desde donde se trasladaron gran parte de los extremistas.
El miércoles el Gobierno francés y sus mandos policiales expresaron sus quejas por “las fallas de seguridad” registradas. Entre ellas, la de Abdelhamid Abaaoud, el belga considerado autor intelectual de los ataques a París, quién residió tres meses en el barrio bruselense de Molenbeek antes de irse a Siria.
Por su parte, Bélgica respondió expresado su protesta por las “declaraciones injustas” hechas por funcionarios franceses y se defendió acusando que el resto de los perpetradores de los atentados del 13-N son de origen francés.
El portavoz de la fiscalía belga, Eric Van Der Sypt, explicó que sabían de la radicalización de los hermanos Abdeslam pero consideraron que no representaba “una posible amenaza”, recalcó que aunque hubieran informado a Francia de ello, “dudo que hubiésemos podido detenerlos”, dijo.
Sin embargo, el gobierno belga tendrá que rendir cuentas tras la revelación de un informe realizado en mayo pasado por autoridades estadounidenses, que alertaba a las belgas sobre la amenaza que representaban varios de los yihadistas implicados en los ataques de París.