Banxico y la Tasa de Referencia en 2013

Los Bancos Centrales y las tasas de interés.

En política monetaria, cuando un país no tiene presiones en niveles de inflación y se quiere reactivar o impulsar el crecimiento económico, el Banco Central baja la tasa de referencia, lo cual se traduce en un acceso más barato al crédito (desde tarjetas de crédito hasta préstamos hipotecarios). Este dinero más barato incentiva un mayor consumo tanto de personas como de empresas. Al haber mayor consumo es necesaria mayor producción y con eso mayores necesidades de servicios y mano de obra para satisfacer la demanda, lo cual finalmente termina por reactivar el motor de crecimiento de la economía de un país.

 

Banxico y la Tasa de Referencia en 2013
Banxico y la Tasa de Referencia en 2013

En la parte negativa, menores tasas de interés desincentivan el ahorro y pueden crear presiones inflacionarias en el mediano y largo plazo. Cuando la inflación se encuentra en niveles altos, el Banco Central sube la tasa de referencia, encareciendo el acceso al crédito y promoviendo menor gasto, menores ventas y menor demanda por productos y servicios.

Las últimas declaraciones del Banco de México han enviado la señal de que la institución podría llevar a cabo un recorte en la tasa de referencia. Esta señal ha sido tan clara que los mercados ya se adelantaron y las tasas de interés han mostrado una caída en lo que va del 2013 hasta en 47 puntos base, principalmente en la parte corta de la curva (ver anexo 1).

México: inflación y crecimiento

La inflación en México cerró en 3.6% en el 2012 y la expectativa para este 2013 es, de hecho, que cierre en niveles ligeramente inferiores, en 3.5%, lo cual se sitúa dentro del objetivo del Banco Central de 4%, más o menos 1%. Por su parte, el crecimiento en el PIB fue de 3.9% en 2012 y para 2013 se espera en 3.5%, el cual es aceptable si consideramos que nuestro principal socio comercial, EEUU, está creciendo al 2%.

Con una inflación controlada y crecimiento moderado, el Banco Central no tiene en este momento una presión para bajar la tasa de referencia y cumplir su mandato de mantener controlada la inflación. ¿Por qué entonces llevarla a cabo?.

El diferencial entre las tasas de interés de México frente a las de países desarrollados, junto con un nivel de seguridad al invertir el dinero en México, ha atraído una serie de flujos de extranjeros a nuestro país que han sido invertidos tanto en Renta Fija como en Renta Variable. Por citar un ejemplo, en el 2010 los extranjeros tenían 164 mil millones de pesos en los Bonos M, cifra que pasó a 254 mil millones en 2011 y a 271 mil millones en 2012. Hoy en día el 55% de la posición en circulación de estos bonos se encuentra en manos extranjeras.

Si bien este crecimiento en flujos es visto como algo positivo, ya que representa una serie de recursos invertidos en nuestro país, también conllevan ciertos riesgos, como una vulnerabilidad a la estabilidad financiera a través de expansiones excesivas de crédito y la posibilidad de crear una burbuja en los precios de los activos. De igual forma, los flujos fortalecen la divisa en cuestión debido a una mayor demanda por ésta, lo cual puede afectar el crecimiento de la economía al hacer más caros sus productos ante los extranjeros, más aún si consideramos la actual guerra de divisas en la que varios países desarrollados buscan depreciar su moneda para volverse más competitivos.

Con una baja en la tasa de interés, Banxico estaría tratando de evitar una revaluación violenta en el tipo de cambio al tener claro que los flujos de extranjeros a México están revaluando muy rápido al peso, y donde un descenso en las tasas podría ayudar a evitar distorsiones. Por el otro lado, menores tasas de interés apoyarían un mayor crecimiento económico al mismo tiempo que incrementaría la recaudación tributaria, en línea con uno de los principales objetivos económicos del nuevo gobierno.

De igual forma, puede ser que el Banco de México se esté adelantando a un escenario en donde se podría formar una tormenta perfecta con una serie de flujos a mercados emergentes que creen una burbuja por la errónea valuación de activos, y que, en caso de que los países desarrollados comiencen a subir sus tasas de interés, los flujos podrían salir de los emergentes de forma relativamente rápida.

Renta Variable

Sin embargo, varios analistas coinciden en que los flujos de extranjeros no disminuirían, al menos en el corto plazo. Esto se debe, principalmente, a que el diferencial entre las tasas de México y las de países desarrollados seguiría siendo atractiva y a que México se mantiene como uno de los países favoritos a invertir, y más ahora con las buenas expectativas sobre la aprobación de las reformas estructurales.

Lo que podríamos esperar es que estos flujos se vean menos propensos a seguir en el mercado de deuda, invirtiéndose en mayor proporción en el mercado accionario en un momento donde la renta variable en México mantiene una expectativa muy positiva. Si consideramos un objetivo en el IPC de 50 mil puntos, con un crecimiento aproximado de 10% sobre los niveles actuales, el mercado de capitales representaría un rendimiento de más del doble de lo que se obtendría al invertir los recursos en CETES.

¿Cuándo y cuánto?

Los analistas con los que he platicado al respecto consideran que el recorte podría venir en la próxima reunión de Banxico, el 8 de marzo, o bien, el 26 de abril. En cuanto a la magnitud, consideran que sería de 50 puntos base, para pasar de 4.5% a 4.0%, ni demasiado débil como para esperar que se lleve a cabo otro recorte en el corto plazo, ni demasiado fuerte como para que los mercados reaccionen de forma desmedida.

Todo apunta a que el Banco de México está viendo la coyuntura económica actual como una ventana de oportunidad para estimular las exportaciones y un mayor crecimiento económico en un momento en donde no hay presiones de inflación y, al mismo tiempo, buscando evitar un escenario donde se podrían crear burbujas en los precios de algunos activos derivadas de los flujos de extranjeros.

Finalmente, no hay que olvidar que en caso de presiones inflacionarias fuera del intervalo previsto, los directivos del banco central tienen todos los instrumentos, la autonomía y el mandato de ley para resolverlas.

Anexo 1:
Cambio de la tasa soberana de diciembre 31, 2012 a febrero 22, 2013. Fuente: Bloomberg.

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