Si, ya sé que todo eso ya existe, pero tal parece que no le sacamos el provecho adecuado. Es impresionante en estos días de campañas electorales salir a la calle y encontrar los postes, bardas y puentes peatonales, tapizados de pendones con propaganda de los diferentes candidatos y partidos. Es tal el grado de exageración que en un mismo postes puede haber más de 5 pendones.
No soy experto ni conocedor de temas o estrategias publicitarias, pero en lo personal, creo que más que dejarnos grabado el nombre, la cara o el eslogan de alguno de ellos, me causa molestia pensar la cantidad de basura que se genera, sin contar la contaminación visual que se le da al entorno urbano.
De acuerdo a datos del INEGI en 2010, 22.2 % de la población tenía acceso a internet; 94.7 % de los hogares tenían televisión y 80.6 % contaban con servicio de telefonía. Si tomamos en cuenta que la lista nominal de electores se compone de 79 millones de votantes, es decir, aproximadamente 70 % de la población, pues es notorio que la cobertura que los medios electrónicos pueden tener es mucho mayor. Desde luego aquí podríamos entrar en la discusión acerca de la tendencia que las televisoras pueden darle a su programación a favor de uno u otro candidato, y a la regulación que debe de existir, o que existe y se debe obligar a su cumplimiento. Sin embargo ese es tema para otra intervención.
Lo importante es hacer notar que ante el discurso a favor de la ecología y el cuidado del medio ambiente de todos los candidatos, resulta una contradicción que nos llenen las calles de basura. Lo menos que esperamos de ellos es que se encarguen de retirarla pasando el domingo 1° de julio. Sé que es mucho pedir para algunos de ellos, pero esperemos, por lo menos de los que resulten ganadores, empiecen con el pie derecho a ganarse la confianza de sus próximos gobernados. Veremos.