De acuerdo con un estudio, el consumo moderado de la cerveza sin alcohol podría regular los niveles de glucosa en el organismo.
El Departamento de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), observó mediante un estudio la disminución de los niveles de glucosa, así como un aumento moderado en la funcionalidad de las células beta del páncreas, órgano encargado de la producción de insulina, además se observó la regulación de las bacterias estomacales.
Con la colaboración del Consejo de Investigación Sobre Salud y Cerveza de México, se contó con la participación de 35 personas de entre 20 y 40 años de edad, aproximadamente la mitad eran hombres. Los participantes consumieron una lata de cerveza sin alcohol (0.5%) tipo Lager de 355 ml, acompañada de alimentos durante un mes.
Se tomaron valores con medición a las características antropométricas y pruebas bioquímicas; al inicio, luego de 15 días y finalmente después de un mes.
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“Tener niveles bajos de glucosa es algo interesante si se relaciona con el consumo de cerveza, porque los mexicanos al ser propensos a padecer diabetes tipo 2 en la madurez, presentan un descontrol en la cantidad de glucosa por las mañanas”, señala el titular del Laboratorio de Referencia y Apoyo para Caracterización de Genomas, Transcriptomas y Microbiomas.
El estudio tenía como objetivo evaluar los efectos del consumo moderado de cerveza en beneficio de la salud. Los resultados fueron reportados a Cinvestav, y servirán como base para una tesis de nivel maestría, y serán publicados en una revista especializada en el tema.
Jaime García Mena y Fernando Hernández Quiroz, encargados del estudio, señalan que “el estudio genera datos para pensar que parte del efecto benéfico de la cerveza en la salud consiste en la generación de un aumento de la abundancia de los Bacteroidetes asociados a peso normal, previniendo la obesidad, hay más detalles sobre otras bacterias que aumentaron o disminuyeron, pero en general, la diversidad bacteriana nos demostró esto”.