Existe un lugar especial reservado para aquellas personas que mantiene una personalidad agotadora y nefasta ¡pero tu mente ya no será uno de ellos! Aprende a combatirlas ¡ya!
¿Ha sentido usted alguna vez la urgencia de golpear a alguien en la cara? ¿De descargar sobre esa misma persona una serie de altisonantes palabras de desprecio? ¿Acaso nunca ha sido usted victima de la frustración que surge al lidiar con mal encarados abusivos, princesas egocéntricas, bebes llorones, aburridos que nunca se la juegan o con negativos aplasta espíritus? ¡Damas y caballeros, esta tarde, traemos a su alcance la cura misma a la apatía, el enojo y el desencanto!
Saber lidiar con los diferentes tipos de personalidades puede ser un útil escudo para proteger tu integridad personal -y sinceramente tu buen humor de la mañana-. Lo primero que debes saber al respecto: nunca lo tomes a pecho. No, no es específicamente contigo; no, no es un truco para sacarte de tus casillas y no, huir cada vez que ves a ese alguien no te ayudará a resolver la situación. En su lugar, intenta descubrir las formas en las que aceptas o rechazas esos comportamientos -así es, ha llegado el momento de sentarte a pensar qué tanto los promueves-.
¿Cómo cuidarte de las personalidades tóxicas?
¡Aprende a identificarlas! Es cierto, todos tenemos días malos… pero existen personas que simplemente ¡no paran de tenerlos! Y nosotros realmente dudamos que tú tengas que soportar las energías negativas de estos depredadores de la felicidad. Identificar a estos seres es sencillo, para empezar debes prestar atención a aspectos que probablemente sueles pasar de largo como: tono de voz, lenguaje corporal y visión de las cosas. También, intenta prestar especial cuidado a si lo que dice concuerda con su expresión facial y con las acciones que normalmente le has visto hacer.
Una vez que tengas este mapeo del sujeto en cuestión, puedes identificarlo en alguna de las siguientes categorías de personalidad:
Agresivos
Son hostiles, abusivos e intimidantes -¿necesitas más razones para no quererlos cerca?-. Siempre tienen que estar en lo correcto y no dudaran en embestirte como toros enojados si te atreves a desafiarlos o contradecirlos.
¿Cómo tratar con ellos? Respira hondo y déjalos descargar algo de presión -realmente no hay otra forma de lidiar con ellos pues no escuchan razones hasta que logran calmarse- pero marca una línea, aún cuando les permitas descargar algo de su enojó y frustración no les concederás la oportunidad de insultarte o abusar de ti de ninguna forma. Intenta hacerle acotaciones muy especificas usando su nombre para mantenerlos bajo control y marca claramente tu posición: no tienes intensiones de pelear. Estas personas tienen mucho que resolver, pero tu definitivamente no serás su costal de arena mientras lo hacen. Recuerda que la hostilidad solo acarrea más hostilidad.
Egocéntricos
Estos expertos de nada aparentan tener bastos conocimientos respecto a prácticamente cualquier tema, también son los mejores en su trabajo, en el tuyo y ¡hasta en el del jefe! Los hechos son sinónimo de poder para ellos y, dado que conocen los hechos, se sienten superiores. Les encanta ser el centro de atención y que otros cumplimenten su inteligencia.
¿Cómo tratar con ellos? Usa su inteligencia estrategicamente, llévalos al borde de la filosofía y el autocuestionamiento o úsala para importantes proyectos. También puedes identificar que tanto sabe realmente a través de preguntas -y con eso desmantelar su torre de narcisismo-.
Pasivo-Agresivo
¡Ellos las toman al vuelo! Usan métodos retorcidos para restarte autoridad o validez, por ejemplo: el sarcasmo disfrazado de broma. Aunque tienen criticas -y muchas- nunca serán sinceros al respecto y preferirían hacértelas sentir de a poco, con comentarios quisquillosos o mal intencionados, a tus espaldas.
¿Cómo tratar con ellos? Intenta reenfocar su atención y comentarios hacia los problemas y no hacia las personas involucradas en ellos. Una vez que estas personas noten que no pueden salirse con la suya, se detendrán.
Víctimas
Personas que lo ven todo negativamente y que no se sienten con la capacidad -o las ganas- de resolver los problemas. Ellos se quejan, lloriquean y actúan como derrotados.
¿Cómo tratar con ellos? Dado que suelen creer que nadie los considera importantes, comienza por escuchar lo que tienen que decir. Encamínalos hacia los hechos reales -que tienden a ser mucho menos negativos de lo que piensan- y mantén el control desechando lo negativo en ti mismo a través de la lógica. Redirecciona su atención hacia los aspectos más positivos de la situación.
Negativos
¡La personalidad de victima no es nada en comparación con esta! Los negativos no son sólo pesimistas, además, intentan irrumpir en el orden o el poder de cualquiera. Creen febrilmente que su forma de hacer las cosas es la única correcta y usualmente los encontraras diciendo frases como: “te lo dije”. Los negativos sólo miran el lado peliagudo de cada situación.
¿Cómo tratar con ellos? ¡Mantente positivo!… pero realista. Olvídate de discutir soluciones pues los negativos rechazan cada una de ellas justo al momento que salen de tus labios, de hecho, rehúsate a discutir cualquier cosa con ellos y apegate únicamente a los hechos.
Complacientes
Aunque estas personas pueden resultar ser de las más agradables del grupo, también, pueden resultar una de las personalidades más difíciles de tratar. Estas personas parecen estar de acuerdo con todo y no muestran una opinión propia respecto a casi nada. A menudo se comprometen a sí mismas -y en ocasiones comprometen a otros- porque no pueden decir ‘no’.
¿Cómo tratar con ellos? Cuidadosamente limita la cantidad de cosas que les exiges -aún sin darte cuenta- y así lograrás eliminar la sensación de decepción que llegan a sentir cuando logran cumplir con las peticiones de otros. No juegues un papel activo en su baja autoestima y siempre se sincero, si no los quieres a tu lado no los mantengas ahí únicamente por las cosas que están dispuestos a hacer por ti.
Indiferentes
Ellos mantienen una personalidad sumamente difícil de tratar. No revelan sus verdaderos motivos y terminan haciendo que las personas intenten adivinar la retorcida red que están tramando. Usualmente las personas a su alrededor caen en sus juegos y se ven envueltos en dificultades y problemas que, casualmente, no tienen forma de relacionarse con ellos -aunque hayan estado presentes en primera fila para cada acto de una situación desfavorable-.
¿Cómo tratar con ellos? La estrategia más eficiente es desdibujarlos por medio de preguntas abiertas que inciten una respuesta profunda. Incluso si es el silencio lo que forma un abismo entre esa persona y tu, intenta disipar cualquier sensación que te provoque un indiferente.
Últimos consejos
La personalidad tóxica de alguien sólo lo es en la medida que logre afectar de forma negativa tu propio estado de ánimo. Puedes ser amigo de ellas, estar en su círculo y tratarlas directamente sin que esto deba influir en lo más mínimo sobre la persona que eres tú.
Acéptate por quien eres y aprende que no podrás relacionarte con todo el mundo pues cada quien mantiene su propia estructura reactiva o pasiva.
Siente empatía por ellos y, en lugar de enojarte, desesperarte o comenzar a gritar, aprende a devolver los sentimientos que ellos arrojan hacia tu persona. Ayúdales a ver que existen otras posibilidades además de su acostumbrada personalidad.
