Comúnmente, las actividades diarias no impulsan a nos tener hábitos saludables y a que no tengamos tiempo para el ejercicio y una correcta alimentación, pero un poco de tiempo es más que suficiente para poder ejercitarse y llevar una vida sana.
No importa que edad tengas o cómo sea tu vida laboral, siempre hay tiempo para todo, por ello es el ejercicio físico bien programado y de acuerdo tu capacidad física te ayudará a mejorar tu salud y poder realizar todos los planes, proyectos, tareas de tu vida diaria.
Si bien es cierto, un poco de ejercicio ayuda al cuerpo y la mente, el combinarlo de manera habitual con otras actividades harán que incluso te sientas más feliz, por ello, los siguientes consejos te ayudaran a lograr esa meta.
Acóplate a una rutina básica: ¿recuerdas aquellos ejercicios en las clases de educación física?, ¿las sentadillas lagartijas y de abdomen?, pues esos mismo pueden ayudarte a iniciarte en un modo de vida más saludable, actualmente existen muchos tutoriales y series de ejercicio que puedes hacer en tu casa, investiga y prepárate tu propio plan. Ahora actividades como bicicleta y salir a correr también son muy buenas y funcionales.
Ponte una meta realista: Roma no se hizo en un día, y tampoco llegarás a tu objetivo en un corto plazo, lo mejor es plantearse metas que sean coherentes, mismas que empezarás a notar al mes y medio, en promedio, de iniciar tu cambio saludable. Además, mientras mejores resultados veas te crearás nuevos hábitos y te gustarán más.
Ejercítate con un amigo: quien mejor que un amigo que comparta tu gusto por entrenar, más si acudes a un gimnasio, la compañía siempre es mejor ya que contar con alguien hará que mutuamente se impulsen a alcanzar una meta, motivándose constantemente.
Fíjate horarios: en muchas ocasiones el trabajo y la escuela pueden ser un impedimento para ejercitarse, pero seguramente si organizas bien tus horarios seguro que encontrarás un tiempo para entrenar; aquí entra también la idea de cambiar hábitos, puedes dejar de lado el televisor por un rato y salir a correr o evitar esa siesta para ir al gym.
Recuerda porque iniciaste: es muy común que los primeros 3 meses la mayoría de los que se anotan al gimnasio terminen por abandonarlo. Esto se debe a que por una u otra razón le das prioridad a otras cosas y dejas de lado tu entrenamiento. En este punto, cuando estés al borde de abandonar recuerda porque iniciaste, repasa todas y cada una de las razones por las que te anotaste en el gimnasio. Recuerda que estás cansado de estar en sobrepeso, flácido o sin fuerza. La motivación principal para seguir y la más valiosa vendrá siempre de ti, de tus ganas por querer cambiar tu cuerpo.