Con ustedes: ¡Los Dinks!

Parejas que viven juntas pero que no tienen hijos… y que sinceramente no piensan tenerlos nunca, en su lugar, buscan acaparar el mercado de los bienes de lujo. Acaso los Dinks ¿son el mejor estilo de vida?

¡La paternidad y la maternidad como opción y no como destino! ¿Qué? ¿No se supone que debo salir de casa vestida de blanco para cumplir con mi propósito de tener hijos? ¿acaso no estoy hecho para trabajar diez horas y repartir la quincena entre los gastos de la escuela de los niños y las vacaciones que no tomo desde hace años?

La respuesta, queridos amantes de la vida relajada, definitivamente es no. Si bien la concepción antigua que se mantenida respecto a lo que las parejas podían y debían hacer fue ejercida por años -y juzgada por otros tantos cuando lentamente “fue bajando sus valores morales”– existe hoy una revelación en contra de las normas impuestas acerca de lo que esta bien o esta mal cuando de vivir en pareja se trata.

Las personas ahora ya no quieren hijos y son miles los que deciden mantener una vida sentimental y cohabitativa con su querer sin el establecimiento de contratos o ataduras de por medio. Ellos representan al 3.4% de los hogares en México, gastan alrededor de 165 mil pesos al año en artículos y entretenimiento y acaparan el 12% del mercado de bienes de lujo.

 

¿No se supone que debo salir de casa vestida de blanco para cumplir con mi propósito de tener hijos?/Imagen: Tumblr

Damas y caballeros, con ustedes, los DINKS.

El termino Dink surge a partir de los años 80 -pero en esa época, aún no es una práctica popularizada- y responde a Doble Income, No Kids, es decir, parejas aportan ambos sueldos a una plan económico común -igual que haría cualquier otra familia- con la excepción de que ellos han decidido no tener hijos. Las ventajas que los Dinks han encontrado en mantener el estilo de vida de cero niños -y por lo tanto cero gastos relacionados a su educación, vestimenta o salud- junto con una vida de lujos y diversiones, es el eje que da sentido a sus vidas.

Existe a nivel mundial una ola de baja natalidad que afecta principalmente a Europa y Asía. El Instituto Max-Planck, en Alemania, indago en una muestra de 20 mil participantes las causas por las cuales éstos decidían no tener hijos o solo mantener uno e identificaron que existe una fuerte relación entre el mayor nivel de estudios que mantienen las parejas y la elección de mantener a los niños fuera del plan de vida.

El término Dink surge a partir de los años 80 y responde a Double Income, No Kids/Imagen: Tumblr

Mientras que entre 1960 y 1976, en México, la tasa de natalidad alcanzaba los 5.7 hijos y la de mujeres con título universitario rayaba en el escaso 0.5%, en la actualidad, la cifra de mujeres que terminan una licenciatura es de 16% y el promedio estimado de hijos se mantiene en 2.2, explicando a la perfección la teoría de Mikko Myrskylä -autor de la investigación que detalla ¿por qué las personas han dejado de tener hijos?-.

El abanico de argumentos que surge a partir de esta decisión es amplio y muy variado; existen personas que aún critican el estilo de vida sin hijos, existen varios otros que apoyan la idea -y la consideran-. Para los Dinks la vida esta ligada a cuestiones que van más allá del deseo de preservación, el miedo a envejecer o el descuido de sus métodos anticonceptivos. Mantienen firme su decisión acerca de los niños como un evento que no quieren cumplir o que desean aplazar tanto como sea posible dentro de su plan de vida debido a que -aún cuando los niños no deberían de ser una excusa impedimento para vivir nuestra vida e integrarlos a ella- no son personas que los quieran para sí al igual que hay personas que, de hecho, los desean.

Las personas ahora ya no quieren hijos y son miles los que deciden mantener una vida sentimental y cohabitativa con su querer sin el establecimiento de contratos o ataduras de por medio/Imagen: Tumblr

En una encuesta realizada en 2010 a parejas Dinks estadounidenses sobre las motivaciones que los llevan a mantenerse en una relación estable pero sin hijos, los 342 participantes, respondieron una gama de argumentos que abarcaron desde ambiciones económicas, profesionales y laborales hasta cuestiones más personales:

  • El gusto por el estilo de vida donde disfrutan de su relación sin el aporte de los hijos.
  • Les encanta la libertad y la independencia.
  • No desean asumir la responsabilidad de criar a un hijo.
  • No sienten el instinto maternal o paternal.
  • Su prioridad es experimentar o alcanzar metas que serían muy difíciles de realizar con la responsabilidad de un hijo a cuestas.
  • El deseo de enfocar todo su tiempo y energía a sus propios intereses y necesidades, tanto en pareja como en lo individual.

Al final, la labor de los padres es fundamental en el desarrollo estructural de los niños, es importante que la sociedad abra cada vez más espacios de convergencia y que las personas puedan expresar genuinamente si tienen el deseo de ser o no, pues las consecuencias de un compromiso serio o la falta de este, se notara a cada paso la vida de nuestros hijos. 

Existe hoy una revelación en contra de las normas impuestas acerca de lo que esta bien o esta mal cuando de vivir en pareja se trata/Imagen: Tumblr
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