Cuando el capital falta, las cosas generalmente se complican, por lo que las fuentes de financiamiento son fundamentales para seguir operando.
Este es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las pymes, debido a las complicaciones para lograr la sustentabilidad del negocio.
Según Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce 2015), 22.7% padecen falta de capital.
Y para solventar este problema, existen algunas formas que van más allá de los tradicionales créditos bancarios.
El primero es uno muy conocido por todos y se denomina Friends, Family and fools (FFF), que es cuando los recursos provienen de personas conocidas.
A pesar de que puede ser una buena solución, es solo a corto plazo y momentánea, ya que no siempre tendrán recursos para financiar el proyecto.
Esto medio de financiamiento se da principalmente cuando se está iniciando en el negocio y no hay forma de poder acceder a otros créditos formales.
Después vendrían las llamadas Inversiones Ángeles, que son un modelo muy nuevo en donde algunos inversionistas aportan fondos a ciertas empresas.
La finalidad es que esa empresa se consolide y crezca, pero todo basado en las propuestas innovadoras de negocios que plantea.
En la actualidad, este medio de financiamiento está funcionando bastante bien para pymes y startups con altos potenciales de crecimiento.
Para las empresas que buscan capitalizarse, los fondos a corto plazo son instrumentos muy útiles por sus altos rendimientos.
Pero también implican cierto nivel de riesgo, ya que se invierte en bonos que vencerán en un plazo máximo de dos años.
“El riesgo es mayor porque el valor activo de una acción en un fondo de bonos a corto plazo fluctúa de manera más significativa”, dice Entrepreneur.
Y finalmente está el Mercado Forex, con operaciones financieras fincadas en el mercado de divisas.
Con grandes riesgo por la volatilidad, también generan grandes ganancias para los inversionistas.