Conseguir un crédito hipotecario es ahora mucho más accesible debido a las diversas opciones que existen en el mercado.
Pero no todas ofrecen las mismas condiciones y algunas pueden ajustarse mejor a tu situación financiera.
El primer punto es estar consciente de que será una constante a largo plazo, que puede incluso llegar hasta 20 años.
Y aunque será un patrimonio para ti y tu familia, las mensualidades deben de ajustarse a tus posibilidades reales.
La mejor recomendación es que los pagos hipotecarios no rebasen el 30 por ciento de tus ingresos, así podrás tener control sobre tus finanzas.
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Otra recomendación es que no te dejes llevar por la emoción y aceptes cualquier oferta. Investiga, compara y analiza ventajas y desventajas.
Puede ser que haya una casa preciosa, pero se sale de tu presupuesto; en cambio hay otra más accesible que te asegura tranquilidad financiera.
Si eres un trabajador con prestaciones de ley, puede utilizar los créditos hipotecarios con Infonavit y Fovissste.
Estas son instituciones reconocidas, que ofrecen condiciones competitivas y hay mayor seguridad en este sentido.
Una de las mejores herramientas para hacer comparaciones directas de créditos de diferentes instituciones, son las “ofertas vinculantes”
Esto es un documento que las instituciones financieras están obligadas a entregar por escrito y sin costo, con el precio de lo que te costaría adquirir tu casa.
También debes contemplar que cualquier institución financiera, te presta un monto cercano al 80 por ciento del valor del inmueble.
El resto, entre el 20 y el 35 por ciento del monto total, lo debes de tener disponible de tus ahorros.
Además, presupuesta otros gastos administrativos como avalúos, seguros, escrituras y aperturas de créditos.
Si tienes dudas sobre montos, tasas de interés o costos adicionales, puedes acudir a la Condusef.
Ahí podrás solicitar ayuda de expertos financieros que te darán asesoría, podrás resolver dudas e incluso podrás utilizar sus simuladores de créditos.