Desde varios frentes se argumenta que la debilidad al interior de los centros penitenciarios tiene que ver con la corrupción y que la misma habría dado cabida y facilidad para la fuga de ‘El Chapo’.
Ciudad de México (elsemanario.com).- La fuga que este fin de semana protagonizó el hombre más buscado de México, Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como ‘El Chapo‘, ha desatado una serie de polémicas sobre el sistema penitenciario en el país, además de poner en entredicho la legitimidad y fiabilidad del mismo.
Ejemplo de lo anterior son las declaraciones de Humberto Lozano Avilés, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo, quien se ha posicionado a favor de revisar profundamente la funcionalidad del sistema penitenciario, apostando por dar mejores sueldos a los trabajadores de los centros penitenciarios, con miras a evitar la corrupción.
El día lunes, durante la conferencia para dar más detalles sobre la fuga de Guzmán, la titular de la Procuraduría General de la República, Arely Gómez, dio a conocer la recompensa para quien proporcione información fidedigna sobre El Chapo, de hasta 60 millones de pesos para quien ayude a su localización y detención.
Producto de las investigaciones, 22 funcionarios públicos retenidos por la PGR han declarado en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada; mismas que laboran en el penal del Altiplano.
Por su parte, la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional del Congreso de la Unión ha citado a los representantes del gabinete de seguridad, conformado por las cabezas de la secretaría de gobernación, la Procuraduría Gneral de la República y el Comisionado Nacional de Seguridad, mismos que comparecerán el 16 de julio
Por lo tanto, Miguel Ángel Osorio Chong, Arely Gómez y Monte Alejandro Rubido se darán cita el jueves en la sede de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Valdría la pena analizar también hasta dónde ha permeado la delincuencia organizada dentro de los penales de alta seguridad. Al respecto, David Penchyna, senador por el PRI, asegura que se debe reconocer la infiltración de la corrupción en el sistema penitenciario; misma que se ha enquistado en el sistema judicial y que amerita tomar medidas específicas para su eficaz combate.
Según otras versiones, la fuga de Guzmán Loera habría costado 50 millones de dólares; con lo que se pudo comprar a los guardias del Penal y gente al exterior del mismo. Así lo indicó Jhon Jairo Velásquez Vásquez, mejor conocido como “Popeye”, quien fue jefe de los sicarios de otro narcotraficante famoso: Pablo Escobar, líder del Cartel de Medellín.
El ex jefe de los sicarios de Escobar va contra las versiones oficiales del segundo escape de ‘El Chapo’ y argumenta que es imposible fugarse por túnel de un penal de máxima seguridad, como lo es el del Altiplano, mismo que han mencionado en reiteradas ocasiones, está diseñado bajo estándares internacionales, razón por la cual cuenta con sensores de movimiento, cámaras y sistemas de audio, habría declarado Popeye para Univisión.
Desde distintos frentes se ha mencionado a la corrupción como el talón de Aquiles del sistema penitenciario nacional. Mientras las cárceles se saturan debido al incremento de las penas y al aumento de delitos considerados graves, la duración de los procesos judiciales y el abuso de la prisión preventiva, otros pueden pasar desapercibidos o simplemente escapar.
De hecho, este tipo de anomalías, como que las cárceles están en manos de carteles o del crimen organizado, han sido denunciados en distintas ocasiones. Elena Azaola, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, con más de 30 maños de experiencia en estudios relacionados con cárceles, criminalidad y la violencia en México, mencionó para EL SEMANARIO, que aunque se sepa qué cárceles están coaccionadas por el crimen organizado, no se hace nada “por falta de voluntad política de las autoridades de los estados”, porque son los estados, argumenta, los que tienen en sus manos la responsabilidad de esas prisiones.
También menciona que, aunque se tenga conocimiento de ello, dado que “la Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene conocimiento de qué cárceles son, no han podido o no han querido recuperarlas”.
¿Es este el caso de la fuga de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo?
El gobierno de la República ha puesto las cartas sobre la mesa; ha dado su versión y ha concluido que la corrupción es el talón de Aquiles en el sistema penitenciario. Nada nuevo bajo el sol.
Por Alberto Cedeño.