Con tal de abatir la desigualdad, en el DF implementarán una serie de cambios a los programas de fomento a la lectura, con los que incentivarán el acceso a libros a gusto de los lectores, especialmente de jóvenes y niños.
Ciudad de México.- Para fomentar la lectura y garantizar el acceso a los libros principalmente a jóvenes y niños, en la Asamblea capitalina modificaron la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro del Distrito Federal.
¿Qué buscan con los cambios hechos a dichas leyes? ofrecer al beneficiario la posibilidad de elegir los libros que sean de su particular interés, así como garantizar la satisfacción de las necesidades de formación y aprendizaje de cada uno de ellos (gustos y preferencias personales).
Al fundamentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Cultura Fernando Mercado señaló que los cambios que se plantean buscan implementar el “Programa Crea Tu Biblioteca en cada una de las 16 delegaciones políticas del Distrito Federal, el cual tendrá que contener población, objetivo, requisitos de inscripción, mecanismos de transferencia de recursos y puntos de venta autorizados.
Además, indicó que se deberá elaborar el plan global de fomento a la lectura del Gobierno del Distrito Federal en el que se actualicen todos los planes y programas periódicos, que contengan el Programa de Fomento para la Lectura y el Libro. Éste deberá concebir a la lectura como la herramienta idónea para la igualdad social y el efectivo ejercicio de los derechos, la educación y la libre transmisión de las ideas.
Dijo que también se establecerán programas de apoyo e incentivos a quienes tengan el interés de leer y/o vocación de escribir. Para el caso de los interesados por la lectura, la Dirección General de Fomento a la Lectura tendrá que apoyarse en el Programa Crea Tu Biblioteca.
De esta manera, Mercado Guaida afirmó con estos cambios a la nueva generación de lectores libres que buscan, de diferentes formas, acercarse por sus intereses, por sus preferencias, a libros que vayan más acorde con lo que les interesa y puedan generar un acervo en su casa, es decir compartirlo con los hermanos o los padres, “que pase de mano en mano y fomente la lectura de la manera natural posible”.