La característica rocosa de este planeta, bautizado como “Kepler-10c” por el nombre del satélite que lo detectó por primera vez, implica la posibilidad de vida en él.
Ciudad de México.- La Universidad de Ginebra¸ en conjunto con un equipo internacional de astrónomos, han establecido la existencia de un nuevo tipo de planeta, de composición rocosa y de una masa 17 veces más grande que la Tierra.
La característica rocosa de este planeta, quien fue bautizado como “Kepler-10c” por el nombre del satélite que lo detectó por primera vez, implica un gran avance, ante la posibilidad de que exista vida, comunico el científico Stéphane Udry, coautor del estudio, citado en el comunicado de la universidad.
Este nuevo planeta, se localiza a unos 560 años luz de la Tierra, lo que significa que está un poco más lejos que el “Kepler-186f”, al ser el primer planeta en localizarse fuera del sistema solar, hace alrededor de dos meses, con un tamaño comparable a la Tierra y en el que se cree que puede existir agua en estado líquido.
“Kepler-10c” da vueltas alrededor de una estrella similar al sol en 45 días y se encuentra en la dirección de la constelación del Dragón.
Astrónomos calculan que su edad es de 11 mil millones de años, es decir 3 mil millones de años después de la explosión del “Big-Bang“, una época en la que eran escasos los elementos químicos necesarios para la creación de grandes planetas rocosos, como el silicio y el hierro.
Este hallazgo importante, es también una prueba de que hubo planetas de tipo terrestre que se formaron muy pronto en la historia del universo, lo que lleva a los astrónomos a no perder el rastro a dichas estrellas antiguas en su búsqueda de planetas habitables.
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