El uso prolongado de algún medicamento puede dañar tu organismo e incluso enmascarar un problema más serio ¿Cuáles son tus habituales?
Ciudad de México.- México se encuentra desde el 2014 en la posición número trece del ranking mundial de consumo de medicamentos, según cifras de la consultora IMS Health México. El mercado farmacéutico estima cifras que van desde los 119 mil millones hasta los 146 mil millones de pesos anualmente y deja claro que, en nuestro país, se consume mucho medicamento pero ¿lo hemos estado haciendo demasiado tiempo?
A largo plazo, algunos medicamentos pueden hacer más daño que bien, y su uso prolongado puede enmascarar un problema más serio. En algunos casos, cambiar los hábitos y las conductas puede mejorar los síntomas por los cuales comenzaste a usar cierta sustancia.
“Siempre existen riesgos cuando tomas alguna medicina. Eso incluye las que necesitan receta y las que no,” explica Jack Chou, medico familiar en Baldwin Park Medical Center California. Aunque si el individuo mantiene una enfermedad crónica que necesita tratamiento a largo plazo, los beneficios de consumir medicamento pueden sobrepasar los riesgos.
Muchas medicinas están diseñadas para aliviar problemas menores o temporales pero al tomarlos por demasiado tiempo puede generar complicaciones-. Algunos de los medicamentos más usados, y sus efectos adversos, son:
Antinflamatorios y analgésicos
Mejor conocidos como medicamentos antinflamatorios, que no contienen esteroides -como el ibuprofeno y naproxeno-, pocas veces requieren de receta y el etiquetado advierte sobre posibles fallos al corazón tras su uso, aún cuando se toma por periodos cortos o aunque no se mantenga predisposición familiar a problemas cardiovasculares.
Benadryl u otros Anticolinérgicos
Muchos medicamentos para aliviar la falta de sueño y alergias son productos que no requieren receta, tal es el caso de aquellos que contienen difenhidramina como Benadryl. El compuesto puede estar también presente en medicamentos de prescripción como antidepresivos, medicina para el control de la vejiga y fármacos para la enfermedad de Parkinson.
Un estudio reciente encontró que tomar cualquier droga en esta categoría por tres años o más, puede elevar el riesgo de sufrir demencia en un 50 por ciento.
Inhibidores de Proton (PPIs)
Estos tratan la acidez estomacal. Las personas solo deberían de tomarlos por dos semanas, de acuerdo con Chou, si aún se presentan las molestias el paciente debería consultar con su doctor y no seguir tomando los medicamentos, sobre todo para asegurar que los PPIs no están encubriendo un problemas más grave.
Estos medicamentos pueden causar osteoporosis, disminuir tus niveles de magnesio y provocar temblores, calambres y ritmo cardiaco irregular. Elevan tu riesgo de neumonía e infecciones intestinales potencialmente serios. Debido a esto, los PPIs deberían ser el último recurso para tratar la acidez estomacal. “La mejor forma de iniciar una recuperación verdadera es eliminar todo alimento que provoque acidez y probar con un bloqueador H2”, indica Macary Marciniak, profesor de fármacos en Eshelman School of Pharmacy.
Pastillas para dormir
Sean o no anticolinérgicos, necesiten o no receta, las pastillas para dormir no son un tratamiento nocturno a largo plazo. Las probabilidades de desarrollar tolerancia son sumamente altas y las dosis dejan de ser efectivas lo que puede hacer el dormir una tarea mucho más difícil.
El insomnio puede ser señal de otro padecimiento -como ansiedad, depresión o apnea del sueño- y por lo tanto necesita un tratamiento diferente. Los hábitos pueden ser también un problema, por ejemplo, mirar TV en la cama o hacer ejercicio muy cerca de la hora de dormir.
Spray Nasal y descongestionantes
Los spray descongestionantes son para un uso temporal y no deberían de ser empleados más allá del tiempo que marca la etiqueta, pues al hacerlo puedes lograr que tu congestión empeore pues contienen pseudoefedrina, químico que usado durante largos periodos de tiempo, puede llegar a provocar problemas como llagas, alucinaciones, dolores de cabeza e insomnio.
Por Diana Caballero.