Con sus 12 líneas, el Servicio de Transporte Colectivo (STC) Metro, proporciona servicio a casi un millón de usuarios diarios, pero padece de infraestructura anticuada y falta de inversión.
Ciudad de México .- El director del organismo, Jorge Javier Jiménez Alcaraz, admitió que requiere de una inversión de 30 millones de pesos para sortear carencias como mejorar su infraestructura compra de nuevas unidades, pero que, después de 25 años aún continúa dando un buen servicio.
En entrevista para Notimex, el directivo reconoció que se han presentado incidentes relevantes, como el reciente de la estación Villa de Cortés de la Línea 2, donde ocurrió un siniestro provocado por unos cables de alta tensión que alimentan a la barra guía.
Subrayó que la falta de recursos ha sido una constante del Metro, por eso, “en esta administración se tomó la decisión de incrementar la tarifa de tres a cinco pesos, con lo que se creó el fideicomiso Fimetro para compra y renovación de equipo, pero desafortunadamente ya no representa una ventaja, porque muchos de los insumos se pagan en dólares”.
Resaltó que dejarán para la próxima administración el compromiso de pagar 10 trenes que fueron adquiridos, dándose ya un anticipo y a partir de que se vayan recibiendo cada tren, se irá sufragando ese gasto que representa el más importante de Fimetro.
Además, mencionó que hay un contrato por concluir con una empresa especializada, para el mantenimiento de 85 trenes, que se tendrá que pagar con dólares y euros, por lo que los ingresos de 2019 y 2020, y en adelante, quedarán disponibles para nuevos proyectos que emprenda la siguiente administración.
Jiménez Alcaraz, también aseguró que con un total de 380 trenes, la red de este transporte público opera con 280, ya que 100 están en talleres, en diferentes procesos de mantenimiento menor o mayor, así como en revisión general.
“Más que déficit de trenes, precisó, tenemos un faltante permanentemente de herramientas, y de sistemas que se tienen que renovar, los trenes tienen una vida útil de 20 a 25 años, pero cuando se les da una muy buena revisión de acuerdo con los kilometrajes que programados, como un coche pueden mantener su operación óptima sin ningún problema”, acotó.
Los problemas que más sufre el Metro
Jorge Jiménez indicó que hay incidentes menores, como el hecho de que alguna usuaria se le cae el lápiz labial o el delineador de cejas en el canal donde cierran las puertas de un carro y las bloquea, lo que ocasiona la perdida de algunos minutos de la operación.
Refirió que además se dan casos como el que se meta un perro a las vías y deben bajar la corriente para poder sacar al animal con vida, lo que también afecta la operación por algunos minutos.
Lo casos más lamentables, son los arrollados, que por alguna razón de tipo social o psicológico se arrojan a las vías, situación que lamentó se ha incrementado, pues se hay un promedio un incidente de este tipo a la semana, pese a la implementación del programa “Salvemos vidas”, aunque se ha logrado detener o el desistimiento de más de 150 personas.