El pasado domingo se llevó a cabo el primer debate entre los aspirantes a relevar a Marcelo Ebrard en la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Los comentarios respecto a dicho evento es que en realidad no hubo debate, sino simplemente fue la presentación de una serie de propuestas, que se copiaron unos a otros, sin que llegasen a profundizar en temas como los residuos sólidos y el agua, los cuales son de la mayor importancia para la gran urbe.
Desde mi particular punto de vista, el aparente copiadero de propuestas obedece a una razón muy obvia: ésta ciudad ya sabe de que carece y lo que necesita. Sabemos que falta transporte, pues entonces necesitamos poner transporte; hace falta mejorar la gestión del agua, pues se requieren los mecanismos que permitan administrar mejor el vital líquido; ya no tenemos en dónde poner la basura, pues debemos fomentar la separación y reciclaje para que disminuyan el número de toneladas generadas de basura; y así como éstos asunto podemos hacer una gran lista.
Raro y preocupante hubiera sido que alguno propusiera algo contrario a lo que es obvio. Lo que faltó fue la presentación de los programas y lineamientos que permitan conseguir y/o lograr éstos objetivos.
Vale la pena resaltar la importancia que se le dio al tema de las decisiones metropolitanas en materia de transporte, agua y residuos sólidos. Ya durante el presente sexenio se tuvieron importantes avances con la creación del Fondo Metropolitano, el cual concentraba dinero de la federación, del Gobierno del Estado de México y del Gobierno del Distrito Federal. Con dicho fondo se construyeron grandes obras de transporte, así como de infraestructura vial e hidráulica. Sin embargo, también hay que decir que dado que los proyectos tenían que ser autorizados por un comité conformado por representantes de los tres gobiernos, dicho fondo pudo ser utilizado como un arma perfecta para llevar a cabo presiones de tipo político. Lo anterior nos lleva a que éste tipo de comités no puede estar conformado por funcionarios vulnerables a presiones o instrucciones de sus superiores. Se requiere un órgano, conformado por profesionales independientes, que se encarguen de determinar lo que requiere la zona metropolitana, sin recibir presiones de ninguna índole.
Lo que ésta ciudad requiere es un plan integral con acciones concisas y claras, a corto, mediano y largo plazo, y legisladas de tal forma que sin importar quién o qué color éste en el poder, se cumplan para poder lograr la sustentabilidad que tanto requiere la ciudad. Sería interesante saber si alguien se anima a proponer algo así, dejando de lado los intereses propios o de partido. Si así fuere, le estaría asegurando a la ciudad un crecimiento seguro y desde luego un cambio radical en la calidad de vida de los que aquí vivimos.