Los campesinos permanecen “atrapados” durante meses en los campos de cultivo, ya que sus patrones retienen sus salarios para asegurar su permanencia durante los periodos de la pisca, y regularmente viven en lugares sin camas y sin baños o acceso a agua confiable, reporta el diario.
California, EU (latimes.com).- Jornaleros de empresas exportadoras de productos agrícolas trabajan en condiciones insalubres y de semiesclavitud, que violan los derechos humanos más esenciales, reveló una investigación de Los Angeles Times.
Según el reporte, estos campesinos permanecen “esencialmente atrapados” durante meses en los campos de cultivo, ya que sus patrones retienen sus salarios para asegurar su permanencia durante los periodos de la pisca, y regularmente viven en lugares sin camas y sin baños o acceso a agua confiable.
Además, como en la época porfiriana, los trabajadores usualmente se endeudan por tener que pagar precios inflados en las tiendas de las compañías, e incluso agrega el diario, “es común para los trabajadores el llegar a casa sin dinero al final de la cosecha”.
Aquellos que intentan escapar de sus deudas y de la compañía tienen que enfrentarse a los guardias, cercas con alambres de púas y amenazas violentas de los supervisores, informa el sitio informativo.
“La mayoría de los trabajadores son indígenas de las regiones más pobres del país… trabajan 6 días a la semana por el equivalente a 8 y 12 dólares al día”, describe el medio.
Mientras que las condiciones de vida de los jornaleros no son causa de preocupación de los empleadores, mucha energía se destina a mantener medidas sanitarias precautorias en los campos, los invernaderos y los productos, según se detalla en la investigación de 18 meses de duración.
“Algunos de los peores campos están vinculados con compañías que han sido elogiados por el gobierno y otros grupos de la industria. El presidente Peña Nieto presentó al menos a dos de ellos como exportadores del año“, añaden.
Una de las compañías más grandes de México, Bioparques de Occidente, además de retener los salarios de los trabajadores de la sede en Jalisco, obligaba a cientos de trabajadores a permanecer en el campo de cultivo en contra de su voluntad e incluso uno de los capataces golpeó a una persona que trató de escapar, de acuerdo con los trabajadores y las autoridades mexicanas entrevistadas por el diario.
En junio del año pasado fueron “rescatados” 275 jornaleros de esta compañía por la Fiscalía General del Estado y cinco capataces fueron detenidos, además de recibir una multa por explotación laboral de 8 millones 580,700 pesos.
Los trabajadores de otra de las compañías “exportadoras del año”, Rene Produce Sinaloa, fueron vistos por el diario “buscando sobras de comida debido a que no podían costearse la comida que se vendía en la tienda de la compañía”.
Rene Produce exportó 55 millones de dólares en jitomates este año, y es proveedora de una de las compañías más conocidas en Estados Unidos por sus proclamados principios de responsabilidad social, Whole Foods, la cual aseguró tomarse esta información “muy seriamente”, tras ser cuestionada por el medio estadounidense.
José Humberto García, jefe operativo de Rene Produce dijo al diario que la compañía ha trabajado para mejorar las condiciones laborales, aunque “siempre hay oportunidad para mejorar”.
Agrícola San Emilio en Sinaloa, cuyos distribuidores le venden a Wal-Mart, Olive Garden, Safeway y Subway, tiene a 500 de sus trabajadores en un “conglomerado de edificios con techos bajos construidos de bloque o metal corrugado”
Las estructuras están divididas en pequeñas habitaciones que albergan de cuatro a seis personas cada uno. “Los pisos son de cemento. No hay camas u otros muebles , ni ventanas”, detallan.
“Llegamos aquí gordos y nos vamos flacos”, comentó uno de los entrevistados al diario.
La migración laboral agrícola de sur a norte ha estado presente desde principios del siglo XX, incluso existen colonias enteras en Culiacán que históricamente han sido habitadas por mixtecos, pero ésta ha incrementado sustancialmente desde los años noventas. Los principales estados expulsores son San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Guerrero, y los estados a donde llegan son Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Guanajuato, Jalisco y Michoacán.
elsemanario.com con información de Los Angeles Times.