El trabajo absorbe la mayor parte del día de una persona ¿le resta también salud?
Ciudad de México (elsemanario.com).- Si eres de los que no duermen bien por las noches, se encuentran sensibles e irritables ante casi cualquier evento, han perdido el apetito -o incluso ‘se olvidan de comer’- y sienten el peso de equilibrar el dolor de cabeza constante que produce el papeleo de las 5:00 pm, con los hombros tensos de cada jueves por la tarde, ¡cuidado! puedes estar descuidando tu salud por culpa del trabajo.
¿De qué formas mantienes una vida equilibrada entre las horas de oficina y todas las otras actividades que te necesitas para ser una persona saludable y feliz? De acuerdo con el American Institute of Stress, el 41 por ciento de los adultos en el mundo todavía no lo descubre.

La alta demanda que exigen los empleos actuales ha llevado al estrés laboral a convertirse en uno de los principales factores de enfermedad dentro de la sociedad. Cada vez son más frecuentes las personas que presentan paros cardíacos, depresión, embolias, ansiedad o cáncer como síntomas de descarga del efecto que el estrés tiene en el cuerpo.

Trabajar tan duramente -paradojicamente- no solo afecta el estado físico, también, repercute negativamente en la calidad de nuestro trabajo pues el daño cognitivo que provoca el estrés al cerebro es altamente perjudicial y atenta contra la atención, memoria y capacidad de juicio.
Una de las características más notables del estrés sobre nuestra persona, tiene relación con la descomposición de nuestras interacciones sociales; se lastima la forma en la que convivimos con amigos, compañeros e incluso familia.
El estrés aparece cuando las exigencias del entorno superan la capacidad del individuo para hacerlas frente o mantenerlas bajo control, es una respuesta fisiológica natural del ser humano que actúa como mecanismo de defensa, que prepara al cuerpo para situaciones que le presenten alguna amenaza; no obstante, mantener toda esta química en el organismo de manera constante llega a afectar seriamente las funciones básicas del cuerpo.

La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, EU-OSHA llevó a cabo una encuesta que marco las causas de estrés laboral más comunes entre los empleados. Precariedad laboral se postuló como la más alta con 72 por ciento de los encuestados, le siguió largas jornadas o excesiva carga de trabajo con 66 por ciento y sentirse intimidado o acosado marco un 59 por ciento.
Controlar el estrés en el trabajo es posible, siempre y cuando se mantengan estructuras bien definidas de lo que se pretende realizar; antes que nada: detente.
Respira, está comprobado que aumentar el flujo sanguíneo al cerebro, lo estimula para mejorar su capacidad de atención y pensamiento analítico. Muchas de las acciones que realizamos contribuyen a agregarle estrés a nuestro día, el desorden, la falta de un plan de acción, la mala dieta y no trabajar en nuestras redes de apoyo son algunos ejemplos.

3 Tips para combatir el estrés laboral
1. Programa tu día
Planificar horarios en la oficina es excelente, programar horarios para mantener tu vida personal ¡es todavía mejor! Nada tiene que ver con ser un “control freack” y querer que tus intestinos evacuen todo a las 8:05 en punto; por el contrario, se trata de adaptar un horario personal para relajarte, leer un poco, meditar, tomar una siesta, platicar con ese amigo olvidado… sin ningún tipo de preocupación laboral.

Mantener un horario establecido en el cual vas a trabajar y otro en el que vas a relajarte, permite disponer de tu concentración plena en el momento en que sea necesario, pues tu mente trabaja bajo la espera de su tiempo personal.
Esta programación también aplica para la ingesta de alimento, no dejar que el hambre te sorprenda puede ayudarte a reducir tu consumo de carbohidratos, grasas y azucares dañinos. Buscar alimentos que nutren tu cerebro en lugar de escoger aquellos que solo engañan tu hambre, tiene múltiples beneficios para tu cuerpo, que van más allá de solo bajar de peso, una correcta alimentación incrementa tus niveles de energía, mantienen el buen humor y estimula los procesos cognitivos.

2. Establece prioridades
Mantén tu concentración enfocada en las cosas que realmente importan, no siempre entrar en discusiones innecesarias con los compañeros de oficina es tan importante como completar el archivo que nos pidieron hace dos días.

Existen muchas cosas que absorben nuestra energía y que resultan completamente innecesarias, desecha preocupaciones y alegatos que no lograrán llegar a ningún lado. En cambio, ocupa las primeras horas del día -que se caracterizan por tener los niveles más altos de nuestra concentración durante el día- ocupadas en realizar los trabajos de mayor esfuerzo y dedicación.
3. No descuides a las personas que te quieren
Estas redes de apoyo son altamente funcionales para mantener la calma y conservarte en un óptimo estado anímico. Los vínculos afectivos, de familia y amigos, nos permiten sobrellevar mejor los problemas, resolverlos de una forma mas eficiente y nos mantienen regulados.

Las conversaciones, salir de la rutina y mantener la mente despejada del trabajo, ayudan a reducir el nivel de estrés que se acumula en el cuerpo después de las largas jornadas laborales. Una correcta interacción busca más que solo descargar –que no todo lo que salga de tu boca sean quejas– llegar a crear un medio de soluciones a problemas -busca la perspectiva de otros hacia un asunto que te perturba-.
Recuerda que, el trabajo es un medio para llegar a tus objetivos pero no es el fin último de tu vida. Descompensarse, alimentarse con comida chatarra, la falta de ejercicio y desvelarse conllevan a padecimientos que pueden disminuir la calidad de vida de cualquier persona. Existen conductas de protección, como estas, que pueden ser funcionales para comenzar a cambiar instantáneamente nuestro estilo de vida.
¿Como saber si ya formas partes de las listas de las personas que sufren de Burn Out y que hacer para mejorar esta situación en el trabajo? La respuesta aquí.
Por Diana Caballero.