Amigos queridos:
Como ya se habrán dado cuenta aquéllos que decidieron gozar de la ciudad y lo estarán notando los que regresan, casi nada hay en la cartelera teatral que valga la pena hasta febrero. Afortunadamente para todos nosotros, habrá una programación especial del 20 al 27 de enero para celebrar los 60 años de El Teatro La Capilla.
No me cansaré de alabar la maravillosa contribución de este lugar a la dramaturgia contemporánea. Además de las propuestas escénicas de la compañía Los Endebles, ha abierto espacio para los nuevos talentos manteniendo un elevado nivel de calidad artística, nos ha regalado con textos internacionales traducidos por ellos mismos en la propia editorial. La administración se encuentra a cargo del Maestro Boris Schoemann desde el 2000 con un merecido éxito.
Mucho se habla sobre el desastroso negocio que es el teatro de arte en este país y de que al público nos gusta sólo lo comercial. No me atrevo a especular acerca de las utilidades de este lugar, pero lo que sí es una realidad es la enorme demanda que existe por asistir a los montajes que además, son distintos cada día de la semana durante cortas temporadas, por lo que está lleno de parroquianos. Tal vez la receta se encuentra en combinar calidad, creatividad y variedad.
Con gusto vi en la programación dos funciones de Alphonse, obra del dramaturgo Wajdi Mouawad. La traducción es de B. Schoemann y Hugo Arrevillaga, y en este montaje el primero dirige y el segundo protagoniza.
Se trata de una obra para niños de 9 a 99 años de edad, podría pensar en varios adjetivos antes de teatro infantil para esta puesta. La propuesta escénica me encantó, es de lo más sobrio y los cuatro actores realmente no se desplazan, pero captan tu atención y ensoñación a través del lenguaje corporal, facial y la voz. Es un trabajo actoral titánico y lo ejecutan a la perfección.
Alphonse es una historia llena de historias que se abren y contienen como una matrushka*, que se multiplican desde las diferentes ópticas de quién las narra. Es el reflejo de la vida en donde la realidad se mezcla y se transforma gracias a la imaginación que nos permite ver otras realidades, quizás más reales para el alma.
Es la historia de un niño que se escapa con su amigo imaginario para llevar a cabo una misión vital para la humanidad: rescatar las recetas de los pasteles que han sido secuestradas. Es la historia de un niño que se escapa de su casa, narrada por su padre, madre, vecino, novia, maestra, policía, etc. Es la historia de un niño que deja de serlo para entrar a la adolescencia. Es la historia de un niño que se encuentra con su hombre del mañana. Y es al fin de cuentas, la historia de todos y cada uno de nosotros, buscando y creando significado a nuestra vida.
“Si por alguna remota posibilidad del azar, un hombre cruzara su camino con el niño que fue y si ambos se reconocieran el uno al otro, se derrumbarían hasta el suelo. El hombre de desesperación, el niño de pavor”. W. Mouawad
Les mando un fuerte y apretado abrazo.
Claudia
*Matrushka: muñeca tradicional rusa cuya característica es que al abrirla encuentras otra igual de menor tamaño mínimo contiene cuatro.
Teatro La Capilla ubicado en Madrid 13 Del Carmen Coyoacán, funciones 25 y 26 de enero 2013 19:00 hrs.
Programación: www.teatrolacapilla.com