“Fermín Casar, La ceremonia de las armas” es una historia que aborda un tema trascendental de la literatura en todos los tiempos: el poder.
El escritor mexicano César Fonseca presenta Fermín Casar. La ceremonia de las armas, su primera novela, con una historia adaptada con suma originalidad de un tema trascendental de la literatura en todos los tiempos: el poder.
El tema está enganchado y estrictamente relacionado con Fermín Casar, el personaje central de la historia. En él vemos desarrollarse un crecimiento humano originado después de la reclusión en una escuela militar, donde se dará cuenta de una realidad alterna separada de la de sus pensamientos, es decir, la vida real.
El crecimiento de Fermín respecto a la vida real se originó debido a acciones enérgicas que, de alguna u otra manera repercutieron en su vida y es que, tanto la madurez sentimental como la madurez intelectual sólo pueden alcanzarse de esta forma, a base de prueba y error.
La corrupción, la ilegalidad y el contrabando, forman parte de un entramado de acciones en las que Fermín se ve envuelto, deslumbrado por el lujo y el poder que acarrean. Será sólo al guiarse por su instinto y por su carácter, que para bien o para mal, está en plena formación, que Fermín sorteará estas adversidades.
Entre el cúmulo de factores que rodean la novela, destaca la descripción de la ciudad como un microcosmos de la realidad mexicana, tal como apunta Eduardo Antonio Parra, y por ende la transformación de la misma durante el día o durante la noche. También cabe mencionar el vínculo de la familia en la vida del joven personaje. Con sus padres separados y al ser hijo único, el respaldo familiar lo encontrará en sus abuelos. Con ellos Fermín se sentirá seguro y libre de ser él mismo, en especial con su abuela, quien escuchará las dudas y confesiones de su nieto.
Otro elemento que también figura como representativo en la novela es la concepción del ser humano y de su destino, elemento que es visto a través de la juventud. Y es que la figura de la juventud no es gratuita en la obra de Fonseca. Sin ella no se habría podido representar con mérito las vicisitudes del poder, de los vicios y de la formación del carácter, ya que la juventud abre la puerta a un nuevo mundo, es el dejar de lado los pensamientos para llevarlos a cabo en acciones y significa tomar lo que se ha aprendido para, como pronuncia el padre de Fermín, “ser alguien en la vida”.
¿Pero qué significa ser “ese alguien”? Es la cuestión que Fermín tratara de dar respuesta. Adentrarse en su historia es adentrarse en la historia de uno mismo, del mexicano joven en promedio o del ser humano en general. Lo que busca Fermín es lo que buscamos todos: la respuesta a la pregunta por qué estamos aquí.
La obra de Fonseca presenta muchas rutas interesantes. Es capaz de llegar a todo el público porque como se ha dicho, presenta temas que conciernen a la población en general, ya sea en México o en cualquier otro país, o en cualquier época o en cualquier tiempo.
Sin duda refleja una realidad universal, una realidad de la que nadie puede escapar, su destino. A manera de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca, los personajes de esta novela representan el mundo con sus avatares y al igual que Segismundo, Fermín Casar tratará de encontrar su verdadero ser a través de la reflexión de sus acciones.
Escrita con una narrativa casi poética con múltiples metáforas e imágenes visuales, la historia de César Fonseca desmorona una realidad para ser partícipes de ella, logrando así la repercusión en la conciencia de todos sus lectores.