Muchas son las razones que llevan a alguien a escapar de esa relación de tormento a la que llamaban noviazgo ¿Realmente existe una forma equivocada para hacerlo?
Cuando el amor se acaba, la convivencia constante se pone difícil o más bien insufrible, cuando te das cuenta que la persona con la que despiertas cada mañana no tiene fallas sino horribles problemas de personalidad y soportar sus zapatos tirados en la alfombra una noche más te resulta simplemente insoportable, lo correcto es cortar con ese vinculo por lo sano.
Lamentablemente, la mayoría de las personas no conocen el mínimo detalle de lo que sanidad emocional significa y, de acuerdo con estadísticas del INEGI, existen 19 divorcios por cada 100 matrimonios y la cantidad de personas que acuden a atención psicologica o psiquiátrica por problemas relacionados a su pareja, divorcio o inestabilidad causada por dependencia emocional constituye un tercio de los pacientes totales de nuevo ingreso.
¿Cuando se trata de hablar seriamente entras en pánico? ¿Huyes de la incomodidad y explicar las razones de tu inconformidad a otros es simplemente inaceptable? ¿Le temes a la hostilidad? Existen muchos factores por los cuales las personas deciden escapar de una relación vinculativa -sea romántica, laboral o familiar- de forma abrupta, dolorosa o con engaños.
El psicologo Alberto Soler ha compilado, a través de su canal en Youtube: ‘Píldoras de Psicología’, una serie de notas acerca de las formas más comunes que tienen las personas con poca sanidad emocional para terminar sus relaciones. Estas conductas que para algunos pueden resultar egoístas, escabullidizas y mal intencionadas traen repercusiones para ambos lados de la pareja y, ni quien lo recibe, ni quien lo hace, se encuentra en mejor lugar dentro de la balanza de bienestar anímico que representa nuestro actuar y que se sostiene a base de nuestras necesidades psíquicas más profundas.
Aquí, las seis formas de -no- acabar una relación de pareja:
El Tecnológico
Acostumbra a hacer de la tecnología su mejor aliado cuando a la hora de terminar una relación de forma sigilosa se trata. Estos desentendidos de toda regla de cortesía o moralidad han hecho del las aplicaciones y las redes sociales la herramienta perfecta para terminar rápida y sin entrometerse demasiado con sus parejas. A ellos les basta con enviar un mensaje o actualizar su estado en Facebook para terminar una relación. Tampoco encuentran ningún mal en cambiar su foto de perfil, destruir álbumes enteros o enviar maliciosos tweets a quien haga falta.
La Olla Exprés
Si acumular resentimiento y explotar es lo tuyo, éste es tu método. Las personas que optan por esta estrépita salida acostumbraran a mantener una cara de agrado, se callaran todos los problemas y dejaran que lentamente la tensión devore su relación. Nadie esta preparado para cuando ocurre, el día menos esperado estos proyectiles le dejan caer cada falla, promesa no cumplida y arrebato egoista que tuvo para consigo a su pareja. Usualmente lo hacen de una forma tan violenta y despectiva que al terminar no existe nada que pueda ser salvado y el terreno se declara en zona de muerte total.
El Trapecista
La típica dependencia emocional en la cual necesitan a otra persona para remplazar -inmediatamente- el espacio vacío que su relación fallida dejo en su corazón. Ellos no dan un solo salto sin tener claro dónde van a caer. Estas personas no han permanecido más de dos semanas sin pareja desde los trece años y la cantidad de relaciones en su historial es basta. Extrañamente, ninguna de esas relaciones ha funcionado jamás y en ocasiones incluso llego a depender de alguna de ellas de manera muy intensa.
Pretty Woman
¿Tu pareja no te sorprende con románticas cenas en casa? ¿No lleva flores hasta tu balcón o costea un impresionante diamante para ti? ¿Desconoces por que cada cita no se siente como un sueño hecho realidad? Esta clase de personas tiende a buscar una relación utópica, de esas que solo se ven en películas y que provocan mariposas en el estomago. Acostumbran a abandonar la relación cuando la magia (el proceso de enamoramiento fisiológico) comienza a desaparecer. Tienen tantas parejas como calcetines y constantemente están en busca de ese alguien especial que pueda ser capaz de cumplir todas sus fantasías.
El Indeciso
Peleas constantes, reproches insignificantes y muchos malos ratos son los que describen la relación que esta clase de personas acostumbra a tener con sus parejas y es que constantemente se encuentran en el eterno proceso de ruptura-reconciliación. Ellos pasan más tiempo en fuera de su relación que dentro de ella y encuentran placer en todo lo que pelear, sufrir y perdonar implica.
El Agente Doble
Este personaje tiene un problema con la sinceridad en un nivel máximo. Ellos dirán que no les gusta ser controlados pero lo cierto es que ser fiel y honesto con su pareja es algo que simplemente no se encuentra dentro de sus posibilidades. Suelen abandonar la relación cuando llevan varios meses de estabilidad y en más de una ocasión pudieron haber sido sorprendidos con mensajes extraños, en lugares comprometedores o, de plano, con las manos en la masa. Además suelen tener varias parejas de repuesto para cuando terminan con una por lo que nunca están en realidad solteros, pero ellos te dirán todo lo contrario.
