La propuesta de la creación de la Guardia Nacional ha sido uno de los temas más polémicos del nuevo gobierno, ya que para muchos críticos esto es una forma de militarizar al país, pero para el equipo de seguridad de AMLO es una manera de combatir la corrupción.
Ciudad de México.- Antes de tomar el poder el pasado primero de diciembre, Andrés Manuel López obrador dijo que recibía un país en quiebra y uno de los aspectos a los que se refería con este calificativo, era en el ámbito de seguridad, en donde la estrategia de los gobiernos anteriores falló de manera contundente.
Con el compromiso de reducir los índices de violencia en todo el país, AMLO y su equipo de seguridad pública, propusieron al Congreso la creación de una Guardia Nacional, conformada por elementos del Ejército, la Marina y la Policía Federal, quienes tendrán funciones policiacas que en teoría, estarán bajo las órdenes de un mando civil.
Así, tras la aprobación de esta iniciativa por parte de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, la Guardia Nacional estaría conformada en una primera etapa por unos 60 mil miembros de la Policía Militar, Policía Naval y Policía Federal, con la posibilidad de convocar a más miembros del Ejército y la Marina.
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Combatir la corrupción de las policías locales
Una de los argumentos que ha utilizado el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSP), Alfonso Durazo Montaño, es que no se puede combatir la inseguridad con los altos niveles que existen de corrupción en las corporaciones policiacas locales.
En ese sentido, López Obrador señaló que se van a “integrar las fuerzas” ya que “es tanto el desorden que cada quien actúa por su cuenta. Haremos la Guardia Nacional y le daremos un giro a esta institución para la defensa de los Derechos Humanos, así como el uso adecuado y regulado de la fuerza”.
Por su parte, Durazo señaló en su momento que esta es la única forma de combatir la debilidad institucional que ha sido una constante en los gobiernos locales, donde el crimen organizado cogobierna con una política de “plata o plomo”.
Bajo este escenario, el funcionario aseguró que es necesaria la creación de una nueva entidad que esté libre de todos estos males. “Vamos hacer y si vale la expresión atípica, una policialización del Ejército, es decir, capacitar al mayor número de elementos posibles para realizar una tarea de seguridad pública a través de la Guardia Civil”, afirmó Durazo.
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Muchas críticas de expertos
Pero tal vez esta ha sido el programa que más críticas ha recibido por parte de expertos, defensores de derechos humanos e incluso de organismos internacionales.
Jan Jarab, representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, señaló que de aprobarse esta propuesta “se consolidaría el paradigma militar en materia de seguridad que ha contribuido al deterioro de la situación de derechos humanos”.
Por su parte Catalina Pérez Correa, profesora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), expresó a Vice que “son varios los peligros” que se corren con la militarización de las labores policiacas.
“No tendremos una seguridad sustentable porque en vez de que esta provenga de las comunidades, el gobierno federal intervendrá y luego se retirará”, señaló la experta.
Además, “está demostrado que los despliegues militares siempre han generado violencia. Lo que ha hecho hasta ahora no ha sido disminuirla, sino todo lo contrario”, dijo Pérez Correa.
Mientras que La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), también ha sido una de las instituciones más críticas con la creación de la Guardia Nacional.
La Guardia Nacional “generaría el riesgo de que se vulneraran derechos humanos, no garantizaría en modo alguno o contribuiría por sí misma de manera sustantiva a que se acabara con la impunidad”, dijo la CNDH.
También “debilitaría nuestra institucionalidad civil y democrática, además de contravenir principios, recomendaciones y criterios formulados por instancias internacionales en materia de derechos humanos”.
Con estas posturas encontradas, el tema de la seguridad y el incremento de la violencia sigue siendo uno de los problemas que más afectan a la sociedad y que poco a poco, han vulnerado su tranquilidad y las posibilidades de desarrollo de amplias regiones del país.