Pese a que la condición de la Hepatitis C ya es curable, elementos como el diagnóstico oportuno y el acceso a tratamientos, siguen siendo obstáculos en su curación.
Ciudad de México.- Con nuevos tratamientos, la hepatitis C pasó de ser tratable a curable. Conocida por sus efectos en la salud del hígado, la hepatitis C ya es una enfermedad viral totalmente curable, al menos esa es la buena noticia que gracias a nuevos tratamientos, da favorables esperanzas a personas diagnosticadas con esta condición.
“Con resultados de estudios llevados a cabo, los nuevos medicamentos que están por salir (en algunos países ya los hay, en otros están por introducirse) permitirán a los pacientes beneficiarse de este tipo de nuevos tratamientos, con mucho más eficacia y menos efectos secundarios”, aseguró Nahum Méndez Sánchez, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH).
“Los avances son espectaculares, no los hubiéramos creído hace unos pocos años; con los medicamentos que tienen una acción directa en el virus, agentes antivirales directos, sobre todo los de segunda generación, los estudios de investigación muestran que prácticamente el 100 por ciento de los enfermos se curan”, reconoció Enrique Wolpert, presidente del Comité Normativo Nacional de Especialidades Médicas (Conacem).
A pesar de ser considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una epidemia silenciosa que afecta a más de 150 millones de personas en el mundo, de las cuales, un millón 700 mil se encuentran en México, con los nuevos tratamientos esta condición ya es curable.
De acuerdo a la OMS, la hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por un virus que varía en severidad, pues va desde una enfermedad leve que dura unas semanas a una enfermedad grave, de toda la vida con complicaciones muy serias en el hígado.
El virus de la hepatitis C es un virus transmitido por la sangre y los modos más comunes de infección son a través de las prácticas de inyección no seguras; esterilización inadecuada de equipos médicos en algunos centros de atención de la salud y a través de sangre y productos sanguíneos no examinados.
Un número significativo de los que están infectados crónicamente desarrollará cirrosis hepática o cáncer de hígado.
Según la Organización, entre 350 y 500 mil personas mueren cada año por enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C.
Actualmente no existe una vacuna para la hepatitis C, sin embargo, la investigación en esta área está en curso con resultados muy favorables con los nuevos tratamientos médicos.
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