Imágen por encima de resultados

Políticos buscan ser mejores… físicamente.

Son varias las personas que recurren a la cirugía para mejorar su físico, ya sea por cuestiones de estética o de salud, siendo la vanidad el motivo más frecuente en los consultorios médicos. Las personas que se someten a este tipo de tratamiento lo hacen con una finalidad: la aceptación. Es aquí en donde la idea de verse mejor toma fuerza, pero más que el hecho de sentirse bien con uno mismo es sentirse bien con los demás, por que es por el exterior por lo que se nos juzga, existen prejuicios, y es por lo que se nos acepta o rechaza.

Una gran cantidad de personas busca aceptación pública en diversos círculos sociales; como puede ser el lucir mejor en un entorno de amigos y personas conocidas. Pero elevándose a un entorno social mas grande, complicado y sumamente importante, es el de las personas que buscan una aceptación del público a quien se dirigen, aquí se incluyen famosos, actores y actrices, cantantes de diversos géneros, principalmente de la cultura pop, y los más relevantes: los políticos.

Como bien dijera el gran filósofo y escritor suizo Denis de Rougamont: “La felicidad solo puede existir en la aceptación” y es en este contexto en el que varias figuras públicas del entorno político han adoptado esta  como su frase de refuerzo personal, recurriendo a cirugías para mejorar su imagen ante sus seguidores, y así, poder ganar más adeptos en contiendas electorales con motivo de candidaturas a puestos públicos.

Una campaña electoral se compone principalmente por tres elementos; el mensaje, el presupuesto y el activismo político, la combinación de estos factores termina en muchos casos con el éxito de la campaña. El último recurso aplicable es la aceptación de la gente por medio de la imagen física, por que como se dice “como te ven, te tratan”.

Se trata  de dañar la imagen pública del contrario.

Los políticos ponen más atención en su imagen que en otros asuntos de mayor importancia; en México actualmente se lleva a cabo la campaña por la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) entre Ernesto Cordero y Gustavo Madero. Ambos han explotaron su imagen  y trataron de destruir  la de su adversario, pero quieren “una campaña propositiva, de ideas, sin confrontaciones”. Son muchos los “dimes y diretes” entre ellos, tal es el caso de un video difundido por diversos medios con el que se desacredita a Madero.

¿Hechos o Imagen?

Esto nos deja con la interrogante de que es lo que pesa más en un político ¿Hechos o Imagen?, una posible respuesta es quizá la elección del actual presidente de México Enrique Peña Nieto, quien durante su campaña a la presidencia, había ganado votos por, entre otras cosas, su imagen, ya que resultó atractivo para algunas mujeres. He aquí el lamentable hecho de que la imagen física hace más por nosotros o por los políticos que las acciones realizadas.

Otro caso por mencionar es el de Manuel Velasco Coello, actual gobernador del estado de Chiapas, que al igual que Peña Nieto, es considerado y promovido como un hombre “guapo”, con motivo de su primer informe de gobierno, efectuó un escandaloso gasto para publicitar su imagen a nivel nacional a través de la prensa y la televisión.

Nuestro rostro o físico refleja cuestiones de personalidad para así complementar la palabra con la imagen. En este sentido podemos hablar de ciertos rasgos como son las cejas, la boca, frente, ojos y hasta posturas corporales que facilitan que nuestros oyentes nos presten más atención.

Pero que es lo que pasa cuando “nuestro ser” no es suficiente; la respuesta para este problema es muy sencilla: “Doctor embellézcame”. Un ejemplo claro de este caso, son los  funcionarios de gobierno y otras figuras políticas que se han sometido a cirugías estéticas faciales o de adelgazamiento.

 Dibujo

Cuatro ex funcionarios priístas de Playas de Rosarito utilizaron 300 mil pesos del erario público para someterse a cirugías estéticas de adelgazamiento con la aprobación del ex alcalde Javier Robles Aguirre.

Los datos recabados señalan que Dora Esquivel y Antonio Serret Rodríguez, ambos ex regidores priistas; así como los funcionarios Diana Soto y Emilio Rodríguez fueron quienes utilizaron dinero del erario público para someterse a  cirugías estéticas con el fin de quitarse “unos kilitos”.Por motivos de salud, afirman los acusados, sin embargo para cuidar su salud no implementaron dietas balanceadas o ejercicio físico.

Por su parte Silvano Abarca, actual alcalde de la localidad, acusó firmemente a los funcionarios que gastaron dinero que no les pertenecía, alegando que deben de ser  juzgados ante la ley por desvío de recursos públicos.

Video de denuncia de Silvano Abarca

Estos funcionarios públicos no son los únicos que se han visto envueltos  en casos de “embellecimiento personal”;  podemos hacer mención de la ex líder magisterial Elba Esther Gordillo, quien asistió a clínicas  especializadas en rejuvenecimiento y cirugías plásticas reconocidas a nivel mundial

La llamada “Maestra del Bisturí” se ha sometido a diferentes cirugías de rostro y cuerpo gastando enormes sumas de dinero que se suman a la larga lista que tiene sobre desvío de recursos.

elba esther

El doctor Gustavo González, miembro de la Academia de Cirugía Plástica y Reconstructiva Mexicana, contabilizó al menos 20 cirugías estéticas a las que se ha sometido la ex líder magisterial.

“Es un ejemplo de muchas operaciones. Calculo aproximadamente unas 20, algunas mal realizadas y muy evidentes que contradicen el espíritu actual de éstas intervenciones que deben de ser naturales y no notarse. Prácticamente podría afirmar que no hay región de su cuerpo que no esté modificada en varias ocasiones, y una cirugía plástica puede costar más de 50 mil dólares más hoteles y traslados”

Así pues, no es de extrañar que muchos políticos quieran someterse a cirugías reconstructivas, estéticas o plásticas, para poder lograr una mayor aceptación entre sus seguidores.

Es importante hacer notorio el que todos y cada uno de los candidatos tienen en su equipo de trabajo a especialistas en estímulos de imagen física. Esto era algo que no se veía hace unos 15 años, pero no debemos olvidar algo: hay que brincar la barrera de la forma. Sin un fondo que la sustente, la imagen se cae de manera muy fácil, por eso es que nosotros, los ciudadanos, tenemos el derecho y la obligación de exigir propuestas y respuestas, en aras de cotejar si los textos y vestuario que nos intentan vender, corresponden con lo que la persona haría de llegar al poder verdadero.

Finalmente las personas son quienes tienen la última palabra, sobre cómo elegir o seguir a sus dirigentes políticos, no simplemente se trata de como luzcan, si no de sus acciones, pero como dijera el gran periodista Lorenzo Meyer “Si esto es exitoso y la sociedad mexicana es indiferente o asimila que es positivo, no tenemos más que ponernos a llorar”.

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