El trastorno del juego (gaming disorder) será clasificado como un desorden debido a sus patrones de adicción.
A partir del mes de junio, la adicción a los videojuegos será catalogada por la Organización Mundial de Salud (OMS) como enfermedad tras una década de estudios con profesionales de la salud. El trastorno del juego (gaming disorder) será clasificado como un desorden debido a sus patrones de adicción.
De acuerdo a la OMS, este trastorno se caracteriza por la conducta recurrente de jugar videojuegos o no poder establecer un límite ya sea en línea o en modo fuera de línea. Se considera un trastorno “si no se controla la conducta de juego en cuanto al inicio, frecuencia, intensidad, duración, finalización y contexto en que se juega”; además si el individuo da prioridad al juego sobre las actividades cotidianas incluso si esto llega a tener importantes repercusiones en su vida.
El Dr Richard Graham, especialista en tecnología del Hospital Nightingale en Londres, aplaudió la decisión de reconocer la condición diciendo que es muy importante ya que crea la oportunidad de servicios especializados y poner el tema sobre la mesa para que sea tomado seriamente. También agregó que podría confundir a los padres de aquellos niños que solo son jugadores entusiastas pero sin adicción. Dijo recibir alrededor de 50 pacientes al año que sufren de una adicción al juego pero que los identifica basándose en si el juego les afecta el sueño, apetito, actividad social y su desempeño educativo o en el trabajo.
Por otra parte, la industria de los videojuegos se ha proclamado en contra de la adición al manual internacional de clasificación de enfermedades.
También te puede interesar: Profesiones en las que hay más riesgo de subir de peso
El psicólogo clínico Mark Smyth también se opone a la decisión de la OMS y declaró “Supongo que el esparcimiento de lo que clasifican como desorden puede haber de cualquier interés o cualquier actividad que nos apasione un desorden, tal como ir de compras o hacer ejercicio. Para algunos de los pacientes que tengo, que pueden tener ansiedad a situaciones sociales o que padecen depresión, les resulta seguro estar en su habitación jugando videojuegos. ¿Por qué etiquetarlos bajo la categoría de desorden?”
Los padres pueden detectar si sus hijos padecen este trastorno si notan que su rendimiento escolar ha bajado, no duermen lo suficiente o no duermen bien, incluso si tienen sueños donde continúan jugando, si superan las 25-30 horas de juego a la semana, si tienen una necesidad incontrolable de jugar o presentan ansiedad por no jugar. Se ha mencionado que la elección del juego puede ser ligada al perfil psicológico de la persona.
Cabe mencionar que a finales del año pasado 24 especialistas de distintos universidades en Dinamarca, Bélgica, Sídney y Reino unido mostraban su desacuerdo con la idea debido a la falta de claridad sobre los problemas que origina el trastorno, argumentaban que esta propuesta puede tener repercusiones en el ámbito médico y social o incluso en materia de derechos humanos.