En nuestro país, se estima que la incidencia de cáncer es de aproximadamente 135 000 casos nuevos al año lo cual causa alrededor de 71 000 defunciones anuales. La palabra estimación es correcta en este contexto, ya que México no cuenta con estadÍsticas reales sobre el cáncer.
En el marco del plan de acción global para la prevención y control de las enfermedades crónicas no comunicables 2013-20120 en las Naciones Unidas, los países allí reunidos (incluído México) asumieron el compromiso de reducir en 25% el riesgo relativo de mortalidad para el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas para el año 2025.
En nuestro país, se estima que la incidencia de cáncer es de aproximadamente 135 000 casos nuevos al año lo cual causa alrededor de 71 000 defunciones anuales. La palabra estimación es correcta en este contexto, ya que México no cuenta con estadÍsticas reales sobre el cáncer.
En una nota periodística de la Jornada del 14 de septiembre del 2014, titulada “Desilusión de activistas y ONG por la falta de rumbo en la Ssa” la directora de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, recordó que el proyecto de un plan nacional contra el cáncer se concluyó desde la pasada administración y hasta ahora no ha sido retomado. Tampoco avanza el Registro Nacional de Cáncer. Este hecho claramente ilustra que el compromiso que asumió México ante las Naciones Unidas es sólo eso, un compromiso más que no se cumplirá.
El cáncer de pulmón ocupa el primer lugar en mortalidad por cáncer en México. Otro indicador de esta ausencia del estado para ejercer acciones de protección a la salud lo constituye -nota periodística de la jornada- la indolencia del estado para protejer a los mineros del Grupo México pues permite que (nota periodística de la jornada) la minera “proteja del polvo a sus trabajadores con mascarillas de papel“. Es un hecho demostrado que el polvo de sílice es un carcinógeno de acuerdo a la IARC (Asociación Internacional para la Investigación del Cáncer) y que su exposición incrementa dramáticamente el riesgo de no solo el cáncer de pulmón sino tambien de otros del tracto respiratorio como laringe.
Además, incrementa tambien el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas. Claramente la silicosis es considerada un problema de salud pública y existen normas ambientales para disminuir la exposición y por lo tanto el riesgo.
Quizá esta opinión sea demasiado severa y el estado Sí se preocupa por el cáncer. Cuando vamos a cineméx nos recetan el comercial del “VAGON DE LA SALUD” por cierto, del Grupo México. No sería remoto pensar que el Estado Mexicano esté convencido que las acciones del tren de la salud sean suficiente para reducir el riesgo relativo del 25% de cáncer y otras enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas. La situación imperante me recuerda la fábula de Esopo “Las ranas pidiendo rey”. Cansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación a Zeus para que les enviara un rey. Zeus, atendiendo su petición, les envió un grueso leño a su charca.
Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron. Por fin, viendo que el leño no se movía más, fueron saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba, empezaron a sentir tan grande desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban encima, burlándose sin descanso.Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple madero, volvieron donde Zeus, pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era demasiado tranquilo. Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión.
A la hora de elegir los gobernantes, es mejor escoger a uno sencillo y honesto, en vez de a uno muy emprendedor pero malvado o corrupto.