En 1952 y tras naturalizarse mexicano, Luis Buñuel adquirió una vivienda en la Colonia del Valle, el inmueble le pertenece al Gobierno Español; sin embargo, la propiedad fue entregada formalmente en comodato a México.
Ciudad de México – La historia cinematográfica del siglo XX no sería la misma sin el lente de Luis Buñuel. El cineasta de origen español y naturalizado mexicano fue sin duda un pilar del séptimo arte a nivel mundial. A través de sus filmes, Buñuel retrató un México desconocido, un país triste y olvidado. Su cinematografía rompió con los paradigmas de la época, fue quizás, el primer cineasta que se atrevió a corromper la imagen de la Época de oro del cine nacional.
En 1952 y tras naturalizarse mexicano, Luis Buñuel adquirió una vivienda en la Colonia del Valle. El inmueble le pertenece al Gobierno Español; sin embargo, la propiedad fue entregada formalmente en comodato a México para convertirse en sede de la Federación Iberoamericana de Academias de Cine (Fiacine) y de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).
En este recinto el cineasta español-mexicano ideo uno de sus filmes más emblemáticos, El ángel exterminador. Paralelamente solía recibir a luminarias del gremio como Silvia Pinal y María Félix.
Fue el embajador de España en México, Luis Fernández-Cid de las Alas Pumariño el encargado de entregar el documento de comodato a Saúl Juárez Vega, subsecretario de Desarrollo Cultural quien fue en representación de la secretaria de cultura María Cristina García Cepeda.
En el evento, el diplomático español dijo que el arte y el cine son fundamentales en la relación bilateral de México y España. “Precisamente ese impulso que hacemos juntos desde la dimensión iberoamericana a la cinematografía es invertir culturalmente en la creación de emociones, a través de un arte fundamental para nuestras vidas. El cine nos da una nueva forma de pensar, aleja la tristeza y nos une como sociedad”.
Por su parte Dolores Heredia, presidenta de la AMACC, dijo que para la institución que representa la entrega de la casa de Buñuel era un orgullo. Sin duda, este acto representa una acierto en términos culturales.