Empieza el ritual en que la “Corte Titanio Premier” sube a ocupar sus asientos, mientras que nosotros, los pobres seres terrenales esperamos humildemente nuestro turno para ocupar nuestros lugares en el vuelo México Monterrey.
Corbatas Hermes, camisas con el nombre bordado, portafolios de piel y el absolutamente necesario teléfono prendido al oído para no perder un instante de valioso tiempo. “Obdulia encontraste el recibo del agua? Aja Mm…si…aja OK… pero… entregaste el reporte?
Por fin nuestro turno, podemos sentirnos privilegiados porque somos “clase platino” eso quiere decir que podremos encontrar algún lugar donde poner el equipaje cerca al lugar que tenemos asignado.
Subo con mi maleta seguida de un señor cincuentón, un hombre de barba muy cuidada, visiblemente consternado por no estar sentado en Business y tener que compartir con nosotros la clase sardina.
Llego a mi lugar, trato de subir mi maleta que aunque no pesa mucho, debido a una lesión me cuesta trabajo acomodar.
El señor de barba, me ve con problemas para acomodarme y en vez de ayudarme a acomodar la maleta me dice: “¡¡¡apúrese señora, que no ve que hay gente esperando!!!” Sin darme cuenta caigo en el juego de la culpa por detener el vuelo y trato de apresurarme lastimándome en el proceso de acomodar la maleta.
Me acomodo y empiezo a ver qué pasa con las personas que menos afortunadas que yo no encuentran donde acomodar sus cosas.
Será que viajar tiene que ser tan difícil? Creerán de veras los directivos de Aeroméxico que su sistema de puntos les ha generado lealtad?
Aeromexico copió todas las malas prácticas de las aerolíneas americanas y las potencializó.
Cada vez es más difícil subir, acomodarse, llegar a tiempo. Y todavía peor, si no casi imposible, encontrar cómo conseguir vuelos para absorber las millas de Aeroméxico. Pruebe ir a Madrid en esta línea, con millas a ver en qué vuelo de este año lo logra.
¿No habrá alguien que tenga alguna buena idea?
Algunas líneas de aviación han hecho cambios que les permiten un menor maltrato al pasajero consiguiendo una lealtad que el sistema de puntos no logra. Desafortunadamente muchas líneas de aviación se caracterizan por su mentalidad de escasez y creen que solamente con un sistema de puntos tienen la preferencia del viajero.
Por ejemplo Jet Blue tienen un sistema de puntos donde dan puntos de viajero frecuente, pero además ofrece el servicio, de que si un pasajero ayuda a otro, si es amable o sube la maleta de una señora en vez de gritarle, recibe puntos de cortesía por SU cortesía.
Si tengo que elegir yo me iría en Jet Blue porque estaría segura que un pasajero al verme lastimada correrá a ayudarme. Jet Blue no vuela de la Cd. de México al interior.
Virgin Atlantic ha gastado millones en mejorar el asiento del pasajero. El asiento de los aviones fue diseñado en 1936 y desde entonces ha sufrido cambios para bajar peso, pero no para dar confort.
Líneas Escandinavas invierten completamente su pirámide de servicio!!! Cuando Carlson (su director) toma la compañía SAS (como es conocida), se encontraba en bancarrota perdiendo 17 millones de Euros por año. El gran secreto para cambiar fue entender cual es el momento de la verdad; este momento sucede cada vez que un representante de Líneas Escandinavas entra en contacto con un pasajero. El gran secreto que los llevó a ser la línea más exitosa de Europa en términos económicos fue entender que este representante tiene el poder de decisión.
“Los errores se pueden corregir después, lo que no pueden arriesgar es el tiempo que pierden en la decisión de ayudar o no a un pasajero cuando lo solicita. Este es un bien no renovable.
Mejorar la experiencia de vuelo ahora es fundamental, los ejecutivos estamos quemados y viajar es uno de los grandes tormentos que enfrentamos.
Las líneas de aviación no están compitiendo unas contras otras, sino contra la opción de comunicarnos con otros medios, sin viajar a Monterrey, con la maravillosa opción de dejar de hacer vuelos de negocio.
Ojala Aeroméxico se de cuenta que la Gran Clase Premier es la que no quiere volar con ellos. Y las demás clases, no pueden usar sus puntos de millas en días y fechas, y si lo consiguieran sería en fechas o destinos nada cercano a los pretendidos.
Por lo menos ya se pueden usar los puntos para comprar radios FM, chocolates, artículos que nada tienen que ver con Aeroméxico. Con ello, la línea pierde lealtad y pasajeros. Se convierten en puntos de consumo que no revitalizan la cercanía y fidelidad del viajero a su línea.