Los políticos mexicanos cada vez recurren más a declarar “Caso Fortuito o Fuerza Mayor”. Para muchos, la incapacidad para lidiar con las responsabilidades que tienen atribuidas, ya sea como resultado de un proceso electoral o por el nombramiento de algún encumbrado, les hace dependientes de esta declaración. Casi casi se ha vuelto un vicio.
Los lectores de esta columna que hayan estudiado leyes, deben estar familiarizados con los términos de “Caso fortuito o Fuerza Mayor” (CFFM). En términos claros, un CFFM implica lo siguiente (Wikipedia):
“El CFFM, también conocida como ‘mano de Dios’ o en latín vis maior, es un hecho que no se puede evitar y tampoco se puede prever. Tiene gran importancia, en Derecho, a la hora de establecer la responsabilidad por los daños.
Por poner un ejemplo, cuando una empresa no ofrece un servicio por causa de fuerza mayor, puede evitar el pago de los daños, ya que no está en su mano poder evitarla. La existencia de una fuerza mayor normalmente libera a una o ambas partes de un contrato de sus obligaciones contractuales”
Si llevamos esta definición al área de la responsabilidad política de un gobernante, podríamos decir que éste puede librarse de hacer frente a eventos que afectan a la población en general o a ser selectivo en cuanto a que eventos enfrenta y cuales no. Es decir se puede declarar la CFFM a conveniencia. ¿Es entonces la declaratoria de CFFM un pasaporte para el incumplimiento selectivo de los mandatos más básicos de un gobernante?
Esta columna considera que esto no es así. Primero que nada. Por la sencilla razón de que un gobernante está obligado a hacer lo imposible por dar cumplimiento a sus mandatos. No existe una declaratoria de CFFM en la política. Es decir, no existe una “forma” que llenar y que le de la gobernante la libertad de incumplir sus mandatos.
En segundo lugar, porque en el ejercicio de gobierno, pocas actividades son totalmente impredecibles. Fuera de un terremoto o una inundación, pocas cosas podrían considerarse CFFM a los ojos del electorado. No hay un catálogo de estos eventos.
Sin embargo, este razonamiento no ha llegado a los oídos de algunos políticos mexicanos que han hecho de las CFFM la una de sus principales armas para ocultar su ineficiencia e incapacidad para gobernar. Veamos:
- El gobernador de Oaxaca ha declarado desde hace mucho tiempo un CFFM en relación al tema de los maestros de la CNTE. Decidió dejar de gobernar y dejar de imponer el orden legal en el Estado casi desde que inició su gestión. Aquí no tuvo tan clara la salida (no tiene Ruta de Evacuación) ya que la Federación no estuvo dispuesta a asumir ese costo. El problema es local con impacto en otras entidades, principalmente en la Ciudad de México y como tal le tocaría al gobernador hacer frente al mismo. No lo hará.
- El gobernador de Guerrero ha declarado desde hace casi un año un CFFM. Lo hizo desde que iniciaron las lluvias en ese Estado. No logró, y parecería que ni intentó, apoyar a las comunidades más afectadas por los huracanes. Más bien lo que hizo fue estirar la mano y solicitar a la Federacion “todo el apoyo”. Esta fue una Ruta de Evacuación de grandes proporciones. Una que el Presidente y el PRI estuvieron feliz de apoyar, dado el capital político que este tipo de acciones puede generar.
- Por ultimo, tenemos al gobernador de Michoacán. El cual declaró desde hace varios meses un CFFM por su incapacidad de resolver el problema de la violencia en su Estado. Los eventos que hemos visto de las Guardias Comunitarias intentando defender sus derechos y su vida ante el embate del narcotráfico es un claro resultado del vacío que la declaratoria creó en Michoacán. Aquí no hay soluciones claras y es posible que pasen muchas cosas malas antes de que se resuelvan y regrese la paz a ese lugar.
Podríamos seguir dando ejemplos de esta situación. Muchos.
Lo fundamental sin embargo, es dejar en claro que la declaratoria de CFFM en todos estos casos es totalmente injustificada. Lo es por lo siguiente:
A) Todos son casos conocidos. Es decir, de nada tienen que no se puedan predecir:
- Los del CNTE están en su lucha (justificada o injustificada) desde hace años. De nada tiene de novedoso la toma de las plazas, los bloqueos, etc. Lo que ha existido desde hace años es un temor por tomar acciones para reordenación está situación. Las principales víctimas de esta declaratoria son los niños de Oaxaca.
- Los narcotraficantes tomaron Tierra Caliente desde hace varios años. Ya se sabía que estaban ahí y que había que tomar medidas para asegurar el desarrollo y la convivencia de la región. Esta declaratoria de CFFM, ha causado muertes y pobreza extrema, sin que se haya presentado ninguna solución duradera. El gobernador más bien ha desaparecido.
- Los huracanes que afectaron Guerrero y otras zonas del país, anunciaron su llegada desde semanas antes de su manifestación en las costas de México. El gobernador de Guerrero decidió irse mejor a festejar con sus amigos que estar pendiente de sus gobernados. Así les fue: se tuvieron pérdidas humanas donde no debían de haberlas. Eso es lo grave.
Ahora bien. Que podemos hacer para evitar que el gobernante en turno haga de las suyas y se dedique a gobernar por declaratorias de CFFM?
En realidad hasta hace poco, nada y en el futuro cercano tampoco. Esto debido a que mientras los gobernantes de este país no estén sujetos al rendimiento de cuentas, no existe forma de que estos respeten sus mandatos y tomen las necesidades de la gente como un elemento primordial.
Esto puede empezar a cambiar en algunos órganos de gobierno, pero no está claro. Se logró la reforma político electoral pero no se logra asegurar para nada el tema más importante que es que todos los gobernantes cumplan con sus mandatos. Ya lo veremos en los siguientes años en los que tengamos posibilidad de re-elegir a ciertos gobernantes. Ese fue un paso en la dirección correcta.
Mientras tanto, esta columna no duda que seguiremos viendo a nuestros “líderes” ocultar sus incapacidades tras Rutas de Evacuación, muchas de ellas bajo el manto de la CFFM.