Pareciera que México tiene resuelto el problema de oferta de vivienda, o por lo menos eso parece cuando viajamos por carretera rumbo a los estados de Hidalgo o Puebla, y ya no detectamos en que momento termina la ciudad por la cantidad de nuevos desarrollos inmobiliarios que se han encargado de cubrir con casas los valles que se encuentran a los costados de los caminos.
Quizás nuestra educación nos indica que contar con una casa propia eleva nuestra calidad de vida, pero cuando esa casa se ubica a varios kilómetros de distancia y desde luego a varias horas de traslado, ya sea en vehículo particular o transporte público, ¿realmente nos mejora la vida?.
Dichos desarrollos se han ubicado en zonas en donde la tierra resulta muy barata, en donde ya no tiene una función agrícola, y era conveniente sacarle mejor provecho. Desde luego esa cantidad de vivienda engrosar las estadísticas y los ” logros” de gobierno, pero lejos están de realmente resolver un problema.
Existen datos que estiman que hay más de dos millones de casas abandonadas en el país. Al final mucha gente prefiere dejar su casa para rentar un departamento, quizás mas pequeño, pero a poca distancia de sus centros de trabajo, que les evite estar varias horas atrapados en el transito y reduzca sus niveles de estrés.
Por lo tanto, me parece que el objetivo no esta cumplido. Construir vivienda solo por hacerlo no mejora en nada al país. Se debe pensar en crear ciudades que no solo ofrezcan servicios de abasto a su población sino también medios de sustento. Con esto resolveríamos no solo un problema, también reduciríamos el tránsito y el estrés. Eso si es calidad de vida.