Para comprender la vida es indispensable entender lo inevitable: el cambio.
Imposible es considerar la existencia sin él, ya que es precisamente él, quien genera movimiento y como resultado: la Vida.
Ciudad de México.- Nacemos en una sociedad en la cual nos educan desde pequeños bajo ciertos conceptos, principios y valores. Sin embargo no se nos enseña, no se nos anticipa, no se nos previene que lo único seguro en nuestros caminos de vida será el inevitable cambio.
En la mayor de las veces nos resistimos a él, haciendo que se torne difícil el día a día. El apego a personas, situaciones, circunstancias y el no fluir libremente ocasionan incomodidad y perturban haciendo más lenta la evolución.
Karma es el resultado final del movimiento que se genera desde el pensamiento semilla, en la acción en sí y la reacción o efecto final.
Somos nosotros mismos quienes damos rienda suelta al inevitable cambio a través de la toma de decisiones a cada instante que una vez puesto en marcha en imposible detener.
El aprendizaje, las experiencias, el crecimiento y la evolución son causa y resultado en y del proceso. Luego entonces, la vida es constante movimiento, cambio continuo hacia adelante…
Marchar hacia atrás es imposible, vivir en el futuro también lo es…
Lo único franco, verdadero, real y continuo es el eterno presente, el aquí y el ahora, la conciencia a cada instante en cada pensamiento, palabra y acción.
Únicamente nos queda estar conscientes que día a día somos quienes estamos generando nuestro propio cambio, nuestro propio aprendizaje, nuestro propio karma y somos corresponsables con el entorno que inevitablemente también cambia… directamente afectado por y con nuestra intervención.
Por un mundo mejor.
Una invitación a la reflexión.