El presidente Enrique Peña Nieto cumplió sus primeros 100 días de gobierno. En general, hay que reconocer que en poco tiempo ha logrado mover a México y colocarlo como un país de moda en la agenda internacional. Como parte de ese atractivo para la inversión privada nacional y extranjera, el gobierno federal dará a conocer hoy la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, que enviará mañana al Congreso de la Unión para abrir a una mayor competencia a este importante sector de la economía nacional.
Pero vamos por partes. El primero de diciembre, luego de la toma de protesta como presidente de la República en el Congreso de la Unión, Peña Nieto pronunció un discurso en Palacio Nacional donde anunció 13 decisiones de gobierno. En los primeros 100 días ya se han empezado a materializar 11 de ellas, como la reforma educativa, la Cruzada Nacional contra el Hambre, el Programa Nacional de Prevención del Delito, la publicación de la Ley de Víctimas, un firme programa de austeridad para la administración pública federal, entre otras medidas como la detención de Elba Esther Gordillo. El saldo es positivo a pesar de claroscuros como la tragedia en Pemex y la persistente ola de violencia que se mantiene en algunas regiones del país.
Además, entre los principales logros de la actual administración destaca el Pacto por México, un acuerdo inédito con los principales partidos políticos y con la oposición (PRD y PAN), firmado el 2 de diciembre pasado, para sacar adelante una agenda con 95 acuerdos, donde la reforma educativa es ya el logro más significativo, sin duda alguna. Y precisamente como parte de la agenda del Pacto por México hoy se dará a conocer la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones. Se espera que esta propuesta sea enviada mañana mismo al Congreso de la Unión para su discusión y eventual aprobación.
De acuerdo con los primeros documentos preliminares filtrados a la opinión pública, se busca una mayor competencia en telecomunicaciones y evitar la concentración que ha caracterizado a este importante y poderoso sector de la economía nacional. La iniciativa considera la desincorporación de activos, derechos y partes de las empresas que concentren más del 50 por ciento de la prestación de servicios de radiodifusión y telecomunicaciones. Además, propone la posibilidad de revocar concesiones a quienes se resistan a revertir prácticas monopólicas. Adicionalmente, como ya lo hemos comentado se busca licitar dos nuevas cadenas de televisión abierta a nivel nacional y obliga a las televisoras a regresar al Estado los canales que resulten de la transición digital, replantea nuevas fórmulas tarifarias en telefonía fija y móvil, crea el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) y da más dientes a la Comisión Federal de Competencia (Cofeco). En total, la reforma plantea modificar 8 artículos de la Constitución y cambiaría una docena de leyes secundarias. Se buscan cambios de fondo para elevar la competencia y mejorar la competitividad global del país.
Lo dijo bien ayer en Palacio Nacional, durante el evento de los primeros 100 días de gobierno, el presidente Peña Nieto “no viene a administrar, sino a transformar al país”. Por ahora así se ve y hay expectativas optimistas en el mundo empresarial nacional e internacional. Máxime si se considera la reducción anunciada el viernes pasado por el Banco de México de medio punto en la tasa de interés, lo cual contribuirá a abaratar el costo del crédito y a reactivar la economía nacional.
En general, pareciera que la política es hoy nuevamente la base para alcanzar mejores formas de negociación que permitan alcanzar una verdadera reforma del poder en México, que se traduzca en mejores resultados y beneficios para la gran mayoría de los mexicanos. Esperemos que así sea por el bien de todos.