Not made in Mexico… el modelo de sustitución de exportaciones neomexica!

En la teoría económica, como en la teoría arquitectónica y del urbanismo, los modelos y paradigmas evolucionan en la medida en la que cambian las sociedades y sus ciudades, se transforman y reaparecen en relación con los cambios ideológicos, expectativas, aspiraciones y modelos -y modas- de cada sociedad y cada época. Los modelos establecen las reglas de interacción y entrelazamiento entre los ciudadanos, individual, grupal y globalmente, buscando la equidad y la competitividad del grupo, de la sociedad –de las ciudades-, de la nación.

El modelo de sustitución de importaciones, que consistió en la sustitución de importaciones de bienes de consumo por la de bienes de capital, que adoptó México en los años 40 del siglo pasado, supuso la puesta en marcha de una estrategia de mejoramiento y fortalecimiento de la base industrial mexicana, el robustecimiento de la base de producción industrial y mejoramiento del mercado interno de producción y consumo; se buscaba, con ese modelo, mejorar las relaciones económicas de la nación con otras naciones, fortaleciendo la industria nacional y el mercado interno, robusteciendo el crecimiento y acrecentamiento de la industria mexicana y la promoción de encadenamientos productivos internos de la nación, de su mercado interno y de sus ciudadanos, de los profesionistas y empresarios mexicanos. Con la globalización de la economía fue necesario abrirse al mercado internacional para buscar mejores condiciones de desarrollo y crecimiento económico, en especial en relación con las actividades macroeconómicas del país, sin embargo en cualquier modelo -sustitución de importaciones o neoliberal- el fortalecimiento de la base productiva, industrial, comercial y de servicios de la nación es fundamental para lograr una competencia -y, por lo tanto, competitividad- más equitativa y productiva, tanto en un mercado global como en el interno.

En este sentido, la ciudad de México, derivado a la evolución de su Symploké urbana –su complejo y rico entramado económico, social, físico, ambiental, cultural, histórico, estructural, etc., actuales-, se le ha entronizado –sólo por aprovechar la coyuntura actual-, se le ha ubicado en un lugar preponderante dentro del circuito mundial de ciudades aptas y más apetecibles para el establecimiento y fundación de empresas locales, nacionales y/o mundiales como para la inversión inmobiliaria y de servicios –bienes intangibles, de capital y de consumo-; y, en ese proceso, ha logrado destronar a la ciudad de Miami, como el centro neurálgico de acceso al mercado de América Latina, que sostuvo por mucho tiempo.

 

“Hoy, la Ciudad de México ha reemplazado a Miami: si quieres hacer operaciones en América Latina, debes tener operaciones en la Ciudad de México…La gente estaba esperando tomar decisiones y eso se combinó con la economía de México, que está creciendo casi al doble que Brasil, que era ‘la novia del mundo’”

Lyman Daniels, director general en México de CBRE

 

Hay que recordar que históricamente –aunque, actualmente, es más visible y evidente-, el desarrollo económico está directamente relacionado con el desarrollo urbano –hemos obviado el adjetivo sustentable, toda vez que, a la fecha, todo desarrollo debe ser entendido como desarrollo sustentable-. Los procesos de regeneración, renovación, revitalización, rehabilitación, y todas las R’s que apliquen al caso, son fundamentales para la construcción de -parafraseando a la Comisión Brundtland- ‘Nuestro Futuro Común’, el futuro de la ciudad que deseamos, del modelo urbano territorial que debemos construir -comprometidos intra e intergeneracionalmente-, el destino deseable de la ciudad para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. En ese proceso de transformación y mutación urbanas, que impactará –positiva o negativamente, dependiendo de la manera en la que transitemos esos estadios- necesariamente las estructuras de correlación e interdependencia sociales, económicas, culturales y políticas, son fundamentales en la definición y construcción de ‘los bienes de la capital’, los bienes públicos y privados, los bienes de capital y de consumo, los bienes tangibles e intangibles, los bienes externos e internos, la totalidad de bienes –y servicios- que formarán parte de la globalidad de acciones y actuaciones que se deberán realizar en el territorio para lograr la puesta en valor de la Ciudad de México, para lograr la integración armónica entre el pasado y el presente, entre lo histórico y la ideología actual, entre la identidad y la globalidad.

La Ciudad en Números

 Superficie Territorial: 1,486 km2

Población Total: 8.87 millones de habitantes

201 km de vías dobles del metro

26.2 millones de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México

10.2 años escolaridad promedio

59% suelo de conservación

19% Aportación al PIB Nacional 2008

Edad promedio de la población: 27 años

12,965 km de tubería de la red de agua potable

10 mil km de vialidades

86.5 km de ciclopista

12% de reducción anual de emisiones de gases de efecto invernadero desde 2007

12 millones de turistas al año

Más de 5 millones de usuarios de internet en 2006

Se encuentra a 2,240 metros sobre el nivel del mar

3 estadios de futbol profesional con capacidad de hasta 105 mil espectadores

El Auditorio Nacional es el mejor centro de espectáculos de América Latina,

con casi 10 mil localidades

La Monumental Plaza de Toros México es la más grande del mundo

con un aforo de 41 mil localidades

La Basílica de Guadalupe es el destino religioso más visitado en el mundo,

recibe alrededor de 20 millones de personas cada año

El Zócalo capitalino es la tercera plaza más grande del mundo, con más de 46,000 m2

El Centro Histórico de México preserva 1,436 monumentos y edificios históricos

10 Razones para Invertir en la Ciudad de México

Gobierno del Distrito Federal

 

Muy recientemente, amanecimos con una noticia estremecedora –sin café y en horario matutino, se sube hasta la bilirrubina…no la chifles que es cantada!, dijo el tenor de México- al menos como se presentó y representó:

Proyectan nuevo DF Herzog y De Meuron

Apuestan a modificar modelo de urbanismo

Dos de los arquitectos más importantes a nivel internacional, los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, diseñarán en la capital cinco zonas de Desarrollo Económico y Social que representarán un nuevo modelo urbano.

Nacional REFORMA, jueves 21 de marzo de 2013

 

No cabe la menor duda de la capacidad y conocimiento –y reconocimiento acumulado y ganado a pulso- de la firma Herzog y de Meuron en el desarrollo y materialización de proyectos arquitectónicos, algunos de ellos de gran valor arquitectónico y factura edilicia inmejorable, que les han valido –una vez más, aprovechando la coyuntura- su entronización, en el 2001, como ganadores del premio Pritzker –dirían algunos: es como el premio Novel, pero en Arquitectura-, entre los que se destacan el Estadio “Nido de Pájaro”, en Beijing –esperemos que no quieran hacer su nidito en la Ciudad de México!-; la ampliación de la Tate Modern, en Londres; la antigua Central Eléctrica del Mediodía, que convirtieron en la CaixaForum, en Madrid; la Serpentine Gallery, de Londres; las Bodegas Dominus en California y el Centro Polideportivo de Pfaffenholz en Basilea, entre otras. Sin embargo y en un ejercicio de transparencia y honestidad gremial, un análisis y comparación del recinto, diseñado también por la firma Herzog y de Meuron, del Fórum Universal de las Culturas 2004 ó Fórum de Barcelona 2004, con sus obras más representativas, pone de manifiesto, al nivel de las más básicas consideraciones de índole urbano, deficiencias que fortalecen la debilidad de los criterios, ideas y categorías urbanas expuestas en su presentación.

 

Se han realizado en las últimas décadas (sic) en zonas alejadas obras que son monofuncionales, por ejemplo sólo oficinas. Entonces se crean espacios muertos. Aquí la intención es traer las cosas, juntar la ciencia, la cultura, el gobierno y hacer con eso una ciudad contemporánea, porque México tiene mucho de eso, pero está muy disperso”.

De Meuron en REFORMA, jueves 21 de marzo de 2013

 

Un urbanismo peatonal, pero también para los coches, una mezcla que funciona muy bien para una zona como Polanco, sería bueno incrementarlo”.

Herzog en REFORMA, jueves 21 de marzo de 2013

 

Un discurso con una excesiva ausencia de categorías urbanas y territoriales –el oxímoron del discurso urbano-, sustituidas por un habitual conjunto de consideraciones relativas a la contemporaneidad de la arquitectura y la edificación sustentables; el desarrollo de temas y recursos discursivos que manifiestan las capacidades y conocimientos –e ignorancia- que se tienen sobre el fenómeno urbano, sobre la ciudad y, en particular, sobre la Ciudad de México. Un discurso, que deja entrever -por autodesvelamiento- desconocimiento –al menos, a la fecha- e inhabitualidad en relación con la comprensión de la evolución histórica, social, económica y la construcción de la Symploké urbana actual de la Ciudad de México. Si Polanco es el modelo a seguir, agárrense!!

Honor a quien honor merece!, dice el dicho –y valga la redundancia-, por eso mismo es muy difícil entender que se encargue a una sola firma de arquitectos extranjeros –destacadísimos, como hemos anotado anteriormente- el desarrollo de cinco –sí, escuchó usted muy bien CINCO!!- Zodes (Zonas de Desarrollo Económico y Social) que, han sido definidas como aquellos polos de desarrollo que: “No sólo serán centros para trabajar, sino que habrá zonas de vida” –zonas de vida, ¡¿qué es eso?!…¿en busca del eslabón urbano perdido?- y, además, “…son un concepto único en el mundo. Son barrios temáticos del siglo 21 que atienden a un nuevo modelo de desarrollo urbano” (quizás el concepto Zodes sí sea, efectivamente, un concepto único en el mundo, aunque tradicionalmente se les ha venido llamado con diferentes nombres: distritos urbanos temáticos o distritos urbanos de excelencia o ciudades del conocimiento; compartiendo el mismo objetivo, a saber, la creación de nuevas centralidades urbanas –usos del suelo mixtos complementarios-, la regeneración y renovación de zonas urbanas caracterizadas por una vocación singular –por ejemplo, de desarrollo tecnológico, como es el Hub de Dublín- y una mezcla armónica y autosostenible –entrelazamiento armónico y complementario de actividades articuladas en un espacio delimitado- de vivienda y usos, giros y actividades complementarias); porque, según lo publicado, no estamos hablando de cinco proyectos arquitectónicos –que sería tanto como que se planteara que la firma Herzog y De Meuron va a desarrollar los proyectos de cinco de sus mejores obras…que ya de suyo es tarea compleja!-, sino del desarrollo de cinco zonas de la ciudad, diversas en complejidad, en estructura, en composición, en articulación, en escala, en morfología, en economía territorial, etc. –para no hacer el cuento largo! decía la abuela- y que se propone se desarrollen, por la misma firma, en 2 años.

Echando mano de la memoria histórica –tan olvidada- recordemos que tan sólo el proceso de regeneración y renovación urbana de la zona Abandoinarra, en Bilbao, ya ha sumado más de 20 años y solamente el proyecto y edificación de su museo Guggenheim requirió, prácticamente, cinco años: el acuerdo para su construcción se firmó a finales de 1991, se seleccionó al arquitecto y su emplazamiento a mediados de 1992 y se inauguró el 18 de octubre de 1997. En fin, como el clásico de la campaña presidencial del 2012: no salen las cuentas!

La desconfianza y descrédito, en general, de las instituciones en México –políticas, gremiales, educativas, culturales, de expertos y especialistas- se pone en evidencia en la preferencia excepcional que se hace de lo exótico sobre lo endémico y, en especial, en los casos que representan las mejores posibilidades de desarrollo y crecimiento económico, cultural, social y profesional. En esos procesos, destaca la apatía y el dejo de los gremios de arquitectos y urbanistas quienes, en un estado de letargo y anestesia perpetua, están presentes en los procesos históricos de renovación urbana pero como público –como invitados de palo!-, están presentes físicamente pero ausentes políticamente –no son agentes políticos, no actúan en congruencia con el zoon politikón aristotélico, el “animal social” que nos hace diferentes a los animales- o, quizás  destaca, el secuestro de facto operado por los líderes históricos y eméritos del gremio de arquitectos que, en busca de sus intereses particulares, implantan, desde la oscuridad de su actuación, el modelo urbano y arquitectónico que se debe seguir.

La preferencia de lo exótico sobre lo endémico, realizado por la sociedad en su conjunto, pone de manifiesto la incapacidad social capitalina para haber construido, a la fecha, en la ciudad de México, un organismo o institución, que superando las lógicas y tiempos político-administrativos y de interés público y general -como lo es la construcción de la ciudad y para el mejoramiento, engrandecimiento y dignificación del urbanismo y la arquitectura mexicanas-, se erija como el ente de mayor calificación y orgullo para liderar y dirigir los grandes proyectos de regeneración urbana de la ciudad y, en ese proceso, que sea el que defina la necesidad o importancia de participación de arquitectos y/o especialistas nacionales y/o de extranjeros; tal y como lo han hecho –la propia Barcelona y Bilbao- los organismos de profesionales gubernamentales al liderar los procesos de regeneración de zonas y distritos urbanos de sus ciudades!

Al optar por el valor de lo exótico –y negar el valor de lo endémico- para la definición y desarrollo de uno de los fenómenos y acciones de mayor relevancia para la vida de una sociedad, como lo es la definición y diseño –designio- del modelo urbano y territorial que guiará el destino de nuestra ciudad y, por lo tanto, su evolución en términos del desarrollo humano general de su sociedad, del desarrollo de sus instituciones, de sus ciudadanos, de las posibilidades de mejoramiento de las condiciones de la ciudad, se pone en evidencia la desconfianza -y, por lo tanto, el descrédito y autocensura- de sus gremios, de sus especialistas y profesionistas, el descrédito al modelo educativo y de desarrollo profesional nacional –y de la ciudad-, el descrédito a las firmas y despachos de arquitectos y de empresas mexicanas –el círculo vicioso del recién egresado buscando por primera vez trabajo: requisito esencial, cinco años de experiencia mínimo!-, consolidando, de esta forma, la imposibilidad de avanzar hacia la construcción de una sociedad y una ciudad sustentable, equitativa y competitiva desde adentro.

Supongamos –sólo por un momento y para ejemplificar lo absurdo del modelo de sustitución de exportaciones!- y ubicándonos en El Reino del Revés, que los arquitectos y urbanistas son los que están al mando de las instituciones -y, para el caso, los grupos organizados e ilustrados de ciudadanos- y que fueran ellos los que decidieran -para verse muy chic! y súper modernos!- IMPORTAR –contratar- al gobernante en turno, seleccionado de una ‘élite’ –si es que esto existiera en alguna parte del mundo- de expertos en administración y gobierno de ciudades, con las más altas recomendaciones y hasta con algún premio ganado –algo como el Pritzker pero en gobierno-; imaginemos que este grupo de ‘gobernantes’ convocan públicamente a una conferencia de Rudy Giuliani, para que presente su proyecto de gobierno, porque, quienes detentan el poder, ya le han encomendado el gobierno y administración de la ciudad –las razones para su selección pasaron necesariamente por una valoración realizada por los ‘gobernantes’: podrían ser porque habla nuestro idioma con acento, porque tiene un buen currículum, por el resultado de sus acciones de gobierno en la ciudad de Nueva York, o cualquier otra que esté inscrita en las categorías abanderadas por los ‘gobernantes’, y están convencidos que es mejor opción de gobierno que los políticos que hemos construido, social e históricamente, en México- y para que la ciudadanía conozca las ideas generales –y dispersas- de su proyecto de gobierno. O imaginemos, de la misma forma, que se invita a Jaime Lerner, porque además que gustó mucho su trabajo en Curitiba, y el modelo de sustentabilidad que adoptó e implementó en dicha ciudad, él es a quien –una vez más, de conformidad con las categorías abanderadas por los ‘gobernantes’- se le concibe como el más deseable para la ciudad de México –claro que en el momento y circunstancias de su presentación en público, no se percibe como algo importante las diferencias ni de escala ni los conflictos endémicos diferentes de las dos ciudades-, interesa por lo exótico del personaje, porque en comparación con –una vez más, de conformidad con las categorías abanderadas por los ‘gobernantes’- lo que se tiene en México –políticos, servidores públicos y gobernantes- parece más capaz, más deseable, más adecuado, mejor, más inteligente para presidir nuestro gobierno y, por lo tanto, es mejor importar a nuestros gobernantes de una lista de extranjeros -como lo están haciendo nuestros gobernantes con los arquitectos y “urbanistas” extranjeros- que de seguro lo harán mejor que los nuestros, consolidando así el proyecto de nación y de ciudad: NOT MADE IN MEXICO…EL MODELO DE SUSTITUCIÓN DE EXPORTACIONES NEOMEXICA!

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