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No hay nada peor, que trabajar en una oficina conflictiva, desordenada, llena de ruido y con compañeros chismosos que arruinan el día.

Pero todo se puede solucionar aplicando algunas medidas para dejar en claro cuál es el comportamiento correcto.

A pesar de que se supone las personas adultas saben comportarse, la realidad es que sobrepasamos siempre los límites.

Esto ocasiona conflictos personales, bajo rendimiento y productividad, mala imagen  y sobre todo, un ambiente poco confortable.

Una de las reglas básicas de buen comportamiento en la oficina, es mantener limpio y ordenado los lugares de trabajo.

Ver papeles apilados por todos lados, da el aspecto de un lugar sucio y está comprobado científicamente que esto aumenta los niveles de estrés de las personas.

Otra regla de oro, es respetar el silencio de los demás. No es que no se pueda hablar, pero algunas veces se necesita mayor concentración para realizar el trabajo.

Escuchar música sin audífonos, que suene el celular todo el tiempo, reírse a carcajadas o gritarle al compañero, puede aumentar los roces personales.

Otro de los errores comunes es permitir que coman en su lugar. Esto es demasiado molesto para los demás, sobre todo cuando son alimentos muy condimentados.

¡imagínate tener que aguantar todo el día el olor a atún de la ensalada que se comió Godínez! Eso es terrible, por lo que evita esto a toda costa.

Por mucho trabajo que tengas, date un tiempo, ve al comedor y come todo lo que quieras pero en el lugar correcto.

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Y algo que es dañino como el cáncer para una oficina, es que los compañeros se la pasen armando chismes de los demás.

Esto se debe de prohibir a cualquier costa, ya que es un mal que puede incluso derivar en psicoterror laboral.

Para los que no saben qué es esto, es el equivalente al Bullying escolar, pero en un entorno laboral.

¿Y qué produce todo esto? Una organización empresarial deficiente, poco productiva y sobre todo, con pocos mecanismos de control efectivo ¿eso quieres en tu oficina?