El buen humor y la risa pueden ser una alternativa saludable a los problemas y tensiones que se viven en la vida laboral.
La risa es uno de los liberadores de tensión más convenientes que tenemos a la mano. Es, asimismo, una estrategia de manejo situacional muy adecuada, ya que presenta varias ventajas: es gratuita, rescata de forma inmediata y da tiempo para buscar una solución efectiva, menciona Forbes en su artículo “Cuándo y cómo recurrir a la risa en el trabajo”.
Comenta que en ciertas ocasiones las cosas salen mal, aunque se haya preparado todo con antelación, pero ello no debe ser motivo de frustración, por el contrario el buen humor puede hacer que las cosas sigan su curso y no se busque culpables.
“Antes de dejar que la frustración se haga presente y haya quejas sobre la mala suerte o, peor aún, busquemos quién va a pagar los platos rotos, una alternativa es el buen humor”, cita Forbes
Comenta que incluso en momentos de gran planeación, si en lugar de la presión del momento, se toman las cosas de forma ligera, los resultados pueden ser mejores. “Una actitud positiva ayuda a tener una visión más amplia de los escenarios”.
Sin embargo, detalla, abusar de esta estrategia tiene consecuencias peores que los gritos desaforados. El buen humor busca una buena salida. No se trata de hacer burla de alguien más, o de hacer bromas a costa de otra persona o de poner en evidencia a quien generó el problema.
“Por más chistoso que parezca señalar con un dedo, no es gracioso reír a expensas de alguien más. Tampoco se trata de ser el bufón corporativo”.
El artículo establece que el buen humor depende de reírse con la gente y no de ella, siendo el sarcasmo un modo de apoyo, pero nunca de mala educación. Con el buen humor se pretende aliviar un momento incomodo o embarazoso, con tal de que el pensamiento positivo gane a los malos momentos, liberando tensión y reforzando las relaciones entre los trabajadores, por tanto “el buen humor es una excelente herramienta corporativa”.