Con las tecnologías actuales, hay un mayor registro de los movimientos de placas en México, pero esto no significa que el número de temblores que se registran sea mayor que el de otros años.
Los devastadores sismos de septiembre del año pasado han dejado secuelas que todavía son visibles. Pero no sólo son los cientos de damnificados o los edificios que quedaron en ruinas, todavía hay un genuino sentimiento de miedo en muchos mexicanos.
Al miedo se suma la especulación que se ha generado en el aniversario de los sismos. Varios “videntes”, como la astróloga Mhoni Vidente, han afirmado que en estos días ocurrirá un terremoto de gran intensidad.
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Mhoni Vidente incluso dio una fecha: el 27 de septiembre o, asegura, a más tardar el día 28. La astróloga dio a conocer su pronóstico en el programa “Hoy”, que se transmite por televisión abierta, lo que generado que más personas se sientan inseguras o permanezcan alertas ante la posibilidad de un sismo.
Ante estos comentarios, sin embargo, expertos y universidades han asegurado que no existe ningún avance científico o tecnológico que pueda adelantar cuándo sucederá un movimiento telúrico.
“Con todos los adelantos científicos y tecnológicos, aún no pueden predecirse los sismos, sin embargo, aquéllos sí pueden indicar dónde ocurrirá uno, y nuestro país se ubica en una zona tectónica compleja, en la cual suceden movimientos sísmicos de magnitudes importantes”, dijo Xyoli Pérez Campos jefa del Servicio Sismológico Nacional (SNN), la información la dio a conocer la UNAM a través de comunicado.
En una entrevista ofrecida a Reporte Indigo en septiembre de 2017, Pérez Campos, señaló que se cuenta con estaciones sismológicas que pertenecen a diferentes instituciones académicas, mismas que se han distribuido en todo el territorio nacional.
También explicó que gracias a las tecnologías actuales hay un mayor registro de los movimientos de placas en nuestro país, pero esto no significa que esté temblando más que en años anteriores.
Por el momento, el Servicio Sismológico de la UNAM cuenta con diez observatorios sismológicos y estaciones acelerográficas del Instituto de Ingeniería de la Máxima Casa de Estudios, que detectan la actividad sísmica en la zona costera del país.