No mezcles amistad y negocios, podría resultar muy malo

En una amistad que llevamos cultivando desde hace mucho tiempo, siempre tenemos la intención de ayudar, pero cuando se trata de negocios y empleo, se debe tener cautela.

Ciudad de México – La amistad y los negocios no son una buena mezcla pues tarde o temprano alguien saldrá perjudicado, y ese podrías ser tú, ya que por tratar de ayudar a un amigo podría salir perjudicado.

“Mezclar la amistad y los negocios conlleva muchos riesgos. Antes de contratar a un amigo – y más importante, antes de ir a trabajar con uno- es crucial que sopeses los pros y los contras”, señala Entrepreneur.

Muchas veces, en el ambiente labora ya existen sentimientos como el egoísmo y la envidia, pero ¿qué pasaría si tu amigo empieza a ganar más que tú?, ¿o resulta que él tiene más éxito que tú?, ¿estarías dispuesto a recibir ordene o, por el contrario, a imponerte ante él, considerando los años de amistad que tiene?.

Es por ello que es mejor no mezclar ambas cosas, ya que, según comenta Nancy Keene, fundadora de The Perfect Fit, citada por el medio, “no todos pueden hacer el cambio de amigo a colega”.

Por ello a continuación se presentan una serie de medidas a tomar si es que vas a combinar ambas cosas.

Hazlo por vía correcta: si quieres ayudara un amigo a encontrar trabajo, le puedes otorgar el contacto del área de Recursos Humanos, ello para que siga el mismo proceso de selección que tú, ya si piden referencias, puedes “echarle la mano” todo lo que puedas.

Si eres encargado de un área no sería bueno contratar a tu amigo sin el anterior proceso, ya que en cualquier momento alguien puede enterarse y sentirse informe, lo mismo aplica para un familiar.

Considera los pros y contras: si eres quien está ayudando a alguien considera si el trabajo que existe es realmente bueno para esa persona, evalúa la historia que sabes de la persona y considera si sería buena decisión.

Caso contrario, si tu amigo te dice que vayas a su empresa, considera si el trabajo es lo que tú quieres, si se adecua o no a tus metas; además debes considerar cosas como el transporte, salario, oportunidades de crecimiento, entre otros factores.

Pónganlo en papel: por muy grande que sea la amistad es mejor que todo quede por escrito, “cuentas claras, amistades largas” dice el refrán, por ello es bueno que las actividades y puesto que desempeñarás tu o tu amigo quede asentado en un contrato, tal y como se haría con cualquier otra persona.

No tiene que acabar mal: van a existir ocasiones donde tu trabajo tendrá que importar más que tu amistad. Sin embargo, muchas personas trabajan para sus conocidos y sus amistades no terminan en lágrimas. Solamente hay que ser muy profesionales en esta relación de trabajo.

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