Las protestas del jueves pasado en al menos seis ciudades, que movilizaron a unas 4.000 personas y coincidieron con el partido inaugural del Mundial, los manifestaciones se han reducido significativamente.
Brasil.- En pleno partido entre Brasil-México, un grupo de manifestantes fue retirado por autoridades brasileñas, manifestándose en la ciudad de “Fortaleza”, utilizando bombas de gas lacrimógeno para ahuyentarlos.
Los manifestantes bloquearon una calle y lanzaron piedras contra un autobús de apoyo de la FIFA, por lo que las autoridades reaccionaron con gases lacrimógenos.
En la sede mundialista de Belo Horizonte, donde fue disputado el encuentro entre Bélgica y Argelia, también fue organizada una protesta en la que los manifestantes expusieron diversas demandas, entre ellas la desmilitarización de la Policía Militar (PM), y su rechazo al evento de la FIFA.
El Gobierno considera que las protestas contra el Mundial serán menores a las multitudinarias marchas que sacudieron el año pasado a Brasil, cuando cientos de miles de personas salieron a las calles para exigir mejores servicios públicos, mientras en el país se jugaba la Copa Confederaciones de la FIFA.
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