Elba Esther Gordillo, Luis Echeverría, Ernesto Fonseca “Don Neto” y el General Gutiérrez Rebollo han sido las figuras públicas que han hecho hasta lo imposible para obtener el beneficio de la prisión domiciliaria, y de esta forma evadir la acción de la justicia mexicana.
Ciudad de México – Una vez más la justicia mexicana pasa a ser el centro de atención de los medios nacionales, pues a poco más de un año de la detención de Elba Esther Gordillo Morales, ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la Procuraduría General de la República (PGR) no ha podido resolver la situación legal de “La Maestra” acusada de de malversación de fondos y delincuencia organizada. La autoridades han postergado la resolución judicial dando paso a que Gordillo recurra al beneficio del artículo 55 del Código Penal federal, el cual estipula que toda persona sentenciada mayor de 70 años podrá solicitar el arresto domiciliario bajo ciertas medidas de seguridad.
El artículo del Código Penal mexicano señala que las personas por su senilidad o precario estado de salud -mayores de 70 años- podrán abogar por la prisión preventiva domiciliaria. Aunque aclara que esta solicitud podrá ser negada si existe la posibilidad que el sentenciado huya del proceso judicial; que haya un inminente peligro social; que el acusado fuera participe en actividades de secuestro o que el juez no encuentre pruebas suficientes durante el proceso para otorgar dicha petición.
Eel artículo 55 del Código Penal federal, el cual estipula que toda persona sentenciada mayor de 70 años podrá solicitar el arresto domiciliario bajo ciertas medidas de seguridad.
Con esto, la ex lideresa del SNTE se podría sumar a la lista de personajes públicos que burlan el endeble poder judicial. Para ello Gordillo debe cumplir con el requisito de edad (70 años) y esperar la ratificación, modificación o revocación de su auto de formal prisión para modificar su situación jurídica respecto a su sentencia.
“La Maestra” no ha perdido el tiempo, pues desde su captura su defensa comenzó el proceso de sentencia bajo arresto domiciliario, haciendo llegar al Juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales un escrito donde se describe el “precario” estado de salud de Gordillo conformado por diez padecimientos que requieren de cuidados médicos especiales; el equipo legal de la ex lideresa aseguró que este documento será la carta ganadora para que el juez otorgue el beneficio de arresto preventivo domiciliario.
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— SNTE (@SNTEMX) agosto 30, 2011
La historia ha estado llena de altibajos en cuanto a las personas de interés público que han evadido la cárcel refugiándose en la prisión domiciliaria. Tal vez el caso más sonado involucró al del expresidente Luis Echeverría Álvarez quien fue acusado del delito de genocidio por la matanza estudiantil del 68. Después de un laborioso proceso judicial, Echeverría obtuvo el beneficio de prisión residencial por su delicado estado de salud y actualmente se encuentra bajo la custodia de elementos federales en su hogar permanente.
Pero no todo ha sido tan fácil para los criminales de avanzada edad, pues el conocido narcotraficante Ernesto Fonseca “Don Neto” no contó con la misma suerte y a pesar de sus 90 años de edad se encuentra purgando sentencia en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, debido a que la autoridad judicial consideró que concederle la prisión domiciliaria dejaría abierta la posibilidad de que el reo evadiera la acción de la justicia.
Otro caso destacado fue el del fallecido General Gutiérrez Rebollo, acusado del delito de acopio y transportación de armas de uso exclusivo del Ejército, quien pese a su avanzada edad y malestares crónicos le fue negada la prisión en casa, pues la autoridad concluyó que sus padecimientos médicos deberían ser atendidos en una institución especializada, y no en su hogar.
Sin embargo la justicia mexicana se hace de la “vista gorda” para los cerca de 300 reclusos de tercera edad que existen en los diez centros de reclusión del país. Estos reos no cuentan con el apoyo legal para tramitar su preliberación de arresto domiciliario, tan sólo viven sumidos en interminables problemas de salud sin ninguna esperanza de recuperar parte de su libertad. Dejando claro que la justicia mexicana es una asignatura pendiente.