Hace unos días fue colocada la última trabe del puente denominado El Baluarte, el cual forma parte de la carretera que unirá Durango con Mazatlán.
Dicho puente tiene una longitud de 1,124 m, con un claro central de 520 m a casi 400 metros de altura sostenido por 152 cables de acero. Una gran obra, generadora de miles de empleos, que con su puesta en marcha reducirá en más de 5 horas el tiempo de recorrido actual, lo cual traducido a horas-hombre y consumo de combustible significa ahorros significativos, convirtiéndose en un eje importante para el comercio entre el Pacifico y el Atlántico, o del puerto de Mazatlán con el norte del país. Todo lo anterior sin tomar en cuenta que el puente representa la tradición de varias décadas en la construcción de grandes obras de la Ingeniería Civil mexicana. Sin duda una obra impresionante, sorprendente…
Por lo tanto, ¿es suficiente presumirla solo porque obtuvo el Record Guinnes al puente atirantado más alto del mundo? ¿Eso es todo? Me parece que nuevamente cometemos el error de minimizarnos, de no creernos capaces de hacer grandes cosas. De buscar los reflectores por hechos superfluos e insignificantes. Me parece que nuestro México se merece más. Me parece que el certificado de un récord no supera en nada lo que ese puente aumentará la calidad de vida de mucha gente. Bueno, eso es lo que pienso