El espíritu y ánimo del emprendedor se puede ve menguado y podría derivar en fracaso por razones que no tienen nada que ver con la intención de emprender, sino con factores externos.
Datos revelan que los 75% de los proyectos emprendidos en México fracasan en sus primeros dos años principalmente por excesivos trámites gubernamentales, corrupción y la falta de planificación
Vivimos en una época de la historia humana en la que el liberalismo empresarial domina el panorama económico. Tras 30 años de pretender abandonar el paternalismo estatal, desde todos lados nos llegan consejos que nos impulsan a interesarnos en emprender para resolver los problemas que nos plantea la sociedad actual, a través del libre mercado.
Son varias las historias de casos de éxito en los que los CEO’s de esas hoy grandes compañías, que se iniciaron en garages y con bajos presupuestos, abandonaron sus estudios universitarios para seguir sus sueños.
En México, de los 1,135 millones de negocios que se iniciaron entre el 2009 y el 2012, 884 mil cerraron en ese mismo lapso.
Según datos del INEGI, el 75% de los negocios emprendidos en México cierran antes de llegar a los 2 años. El instituto también estima que el 65% de los proyectos desarrollados cierran al caer en una situación en donde sus ingresos no les permiten subsistir, mientras que sólo el 37% se ven obligadas a terminar sus operaciones por situaciones externas como una crisis económica o política.
Esto se debe a que, a pesar de que un título de educación superior plantea una vida lejos de problemas de solvencia económica, no asegura un futuro brillante. Para emprender, lo que cuenta es el apetito por innovar, de manera que se puedan resolver las necesidades de la sociedad actual.
Sin embargo, el ímpetu por ayudar a los demás y el espíritu emprendedor no bastan para levantar una compañía que tenga dimensiones de ensueño. Debido al liberalismo económico implantado en nuestro sistema, generaciones como la de los millenials se ven fuertemente influenciados por la necesidad de innovar en todos los campos y desarraigarse de los modelos tradicionales de vida que prevalecían en pasadas generaciones.
De acuerdo a una investigación elaborada por The Failure Institute, las principales razones por las que un negocio no triunfa en este país tienen que ver con la planeación del proyecto, pues si bien tener una buena e innovadora idea es muy importante, es necesario seguir también ciertos procesos que le den seriedad.
Estas razones son:
- Ingresos insuficientes. Debe considerarse que un proyecto de reciente creación difícilmente conseguirá obtener cuantiosas ganancias en sus primeros años, por esta razón, muchos de los que se aventuran a iniciar el desarrollo de una idea terminan por desanimarse.
- Falta de indicadores. Es necesario realizar un escrutinio de todos los factores en los que el proyecto se ve involucrado para poder medir su desarrollo y sus puntos débiles de una manera adecuada. Una empresa que mantiene ganancias no necesariamente es una empresa sana.
- Falta del proceso de análisis. Hace falta examinar qué nos dicen los indicadores y no únicamente preocuparnos por sus niveles. En una empresa, varios factores pueden determinar ciertas situaciones, por lo que conocer la relación entre ellos es fundamental para lograr resolver los problemas que se puedan presentar.
- Planeación deficiente. Como se dijo anteriormente, la planeación tiene un peso importante en el desarrollo de una empresa, pues ayuda a fijar los objetivos sobre los que tomará dirección el proyecto.
- Problemas de ejecución. Situaciones ajenas como excesivos requisitos gubernamentales, altas cuotas impositivas, así como situaciones de delincuencia o corrupción suelen influir en la continuidad de un proyecto.
Emprender en el sector tecnológico, contrario a lo que se pudiera pensar, tampoco asegura el éxito empresarial. Según una publicación del mismo instituto patrocinada por el Tecnológico de Monterrey, el 72% de los proyectos emprendidos relacionados con la tecnología mueren antes de llegar a los primeros 5 años, mientras que el 36% desaparecen antes de cumplir el primero, es decir, desaparecen incluso en su proceso de gestación. Pero, ¿A qué se debe todo esto?.
Según el estudio El fracaso en startups tecnológicas en México, las principales razones por las que una compañía de desarrollo tecnológico no triunfa en el país son: la falta de preparación para emprender; una estimación incorrecta del tiempo y esfuerzo requeridos; deficiencias en la estrategia; la falta de habilidades para vender; la falta de habilidades sociales; apoyos empresariales por parte del gobierno inadecuados, burocráticos y corruptos; una gestión deficiente o inexperta; así como diferencias de valores, intereses e ideología entre los fundadores.
Tomar la decisión de emprender no es fácil, pero de elegir este camino se debe estar seguro de que ante los fracasos, lo más importante es aprender y ser persistente, así como conocer todos los factores que podrían influir en el proyecto en el futuro.
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