Perder el empleo puede ser lo peor que te ha pasado o representa la oportunidad de mejorar como persona; la clave está en cómo aprovechas el tiempo mientras buscas trabajo.
Todo en esta vida se genera sólo a partir de cambios, y hay situaciones que nos orillan a comenzar de cero. El despido o la búsqueda de otro empleo, es una situación difícil de la que algunas personas pueden resentirse sentimentalmente. Esto, sin embargo, también puede ser visto como una ventana de oportunidad para descubrirnos a nosotros mismos como personas.
En ocasiones llegamos a estar tan acostumbrados a destinar nuestro tiempo al trabajo, que cuando llega el momento de buscar otra actividad nos damos cuenta de que no encontramos cómo llenar todo ese espacio en nuestra vida que quedan vacíos tras salir de la rutina que manteníamos.
A la mayoría de nosotros nos parece complicado el darnos cuenta de que disponemos de mucho tiempo libre. De una situación como esta se deriva una buena oportunidad para utilizar todo ese tiempo para organizar y replantearnos nuevas metas, aunque de una manera forzada, esta circunstancia puede abordarse de manera creativa en lugar de desperdiciar el valioso tiempo que no volveremos a tener en el momento en que volvamos a estar empleados.
Si tú estás en una situación similar, a continuación te presentamos algunas recomendaciones en las que podrías utilizar tu tiempo mientras llega el momento de retomar tu vida laboral.
- Aprovecha el tiempo para pensar en ti mismo.
En muchas ocasiones el trabajo llega a absorber la mayor parte de nuestro día, al punto de ir haciendo que lentamente vayamos dejando de lado nuestros propios gustos e intereses. Estar desempleado es una clara oportunidad para redescubrirnos y restablecer nuestras metas personales, así como ver con calma el camino que queremos seguir a partir de ahora.
- Estudia y prepárate.
Aprender nunca está de más y tener los días libres es la perfecta oportunidad para retomar los estudios o incluso formarse un poco más. Puedes comenzar ampliando los conocimientos que tienes e inclusive ahondar más en ellos y complementarlos para conseguir de ti mismo un perfil más completo.
Puedes también aprovechar para tomar talleres y cursos de aquello que te gusta y desarrollar tus habilidades de una manera profesional, en una de esas ya no regresas a un trabajo como el que acabas de dejar.
- Dignifica el ocio.
El dicho recita que la ociosidad es la madre de todos los vicios, lo que no necesariamente resulta cierto. Muchos de los grandes descubrimientos e inventos de la humanidad se dieron en momentos de ocio, por lo que disponer de mucho tiempo puede llevarte a innovar en ciertos aspectos de tu vida al poder mirarla detenidamente.
También puedes destinar este tiempo a hacer cosas productivas como arreglar tu casa, adornar el jardín o reparar esa bicicleta que llevas años sin usar.
- Lee.
Bien es sabido por todos que los mexicanos no se caracterizan por leer mucho. Estar desempleado te deja el tiempo necesario para leer más que las dos horas que pasas atorado en el tráfico o esperando por el transporte.
Aprovecha para conocer clásicos de la literatura como El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, tan cacaraqueado pero tan poco leído o a autores mexicanos tan reconocidos como Juan Rulfo o Carlos Fuentes para después aventurarte con algunos autores más exclusivos.
- Haz deporte y crea nuevas amistades.
Además de ayudarte a mejorar tu condición física, el deporte te brinda un excelente pasatiempo.
Considera también que si mejoras tu físico te sentirás con más autoestima y mejorarás tu actitud para enfrentar un nuevo empleo.
Por otro lado, hacer nuevas amistades podría beneficiarte, pues al ampliar tus círculos de amigos podrías estar conociendo a quien te acerque a tu nuevo trabajo, sin contar con que podrías adquirir nuevos intereses.
Recuerda que con lo único que contamos es con el hoy y que lo más valioso que poseemos es el tiempo, utilízalo para bien y regresarás al mercado laboral en mejor condición que cuando lo dejaste.
A veces llegan cambios abruptos a nuestra vida, pero algún día cobran sentido, tal vez para ayudarnos a empezar de nuevo.