La noche de ayer, en el Palacio de Minería, Miguel León-Portilla fue reconocido por su labor para mejorar la sociedad, ante la presencia de José Narro Robles, Adolfo Gilly y Cuauhtémoc Cárdenas.
Ciudad de México (elsemanario.com).- El historiador y defensor de los derechos, culturas indígenas y pueblos originarios, Miguel León-Portilla fue condecorado con el galardón Amalia Solórzano de Cárdenas.
El premio lo recibe en reconocimiento por su gran trabajo para la sociedad y en defensa de las culturas originarias; esta condecoración, además, está destinada para quienes se hayan distinguido por su lucha a favor de la defensa de la soberanía de los pueblos, la paz, contra las prácticas de marginación y para el mejoramiento de los pueblos indígenas, entre otras cosas; cosas que sin lugar a dudas, forman parte de la historia de vida del maestro León-Portilla.
Cuauhtémoc Cárdenas, quien puso el premio en las manos del también filósofo, mencionó que la presea “se entrega al eminente profesor, investigador, autor, promotor y defensor de las culturas indígenas y los pueblos originarios de México”. En el acto el doctor León-Portilla aprovechó para hablar del padre de Cárdenas, “tata Lázaro“, a quien consideró un gran estadista y una figura que supo abrir la puerta a los perseguidos por el régimen de Franco.
Por su parte, el rector de la UNAM, José Narro, atinó a mencionar que:
“Miguel León-Portilla forma parte de la conciencia crítica nacional y la ética colectiva que nos recuerda que los pasivos que tenemos con los pueblos indígenas no se han saldado, que no lo estarán mientras la riqueza étnica, cultural y lingüística sean motivo de exclusión social“.
Es así como el doctor León-Portilla suma un galardón más a su carrera académica.
Como Adolfo Gilly mencionaría en la ceremonia de premiación, la deuda que tenemos con el premiado es grande, desde su “Visión de los vencidos” que llegó a nosotros como estudiantes hasta su gran labor social y reconocimiento de otros a quienes también se les debe mucho: los pueblos originarios, mismos que el gran León-Portilla ha sabido defender y posicionar a través de su trabajo.
Y como también mencionaría Gilly, “Felicidades pues y flores de oro para Miguel León-Portilla”, que merecido lo tiene.