Reforma Política en el DF, una historia sin fin

En 2012, el llamado “Pacto por México” enunció que se impulsaría la culminación de este proceso político a través de una mesa de negociación para acordar los términos que contendría la propuesta final.

 

 

El cambio más importante que trajo consigo la Reforma Política del Distrito Federal, realizada en 1993, fue permitirle a sus habitantes elegir por primera vez  a su gobernante en la nueva figura creada de Jefe de Gobierno, siendo la elección del mismo en el año 1997. En el año 2000 se estableció que la ciudadanía podría votar para seleccionar a sus representantes delegacionales.

Sin lugar a dudas, esta reforma aportó un cambio político de gran relevancia para los pobladores de la Ciudad de México. A raíz de estos buenos resultados, desde entonces se han presentado diversos proyectos de reforma política para el DF que han buscado primordialmente darle a la entidad el carácter de Estado.

A pesar de los objetivos claros y los esfuerzos por obtener resultados, ninguna propuesta ha alcanzado un consenso político, lo cual ha generado que muchos planteamientos de cambio político para el DF y su ciudadanía se queden archivados o en el olvido.

El establecimiento de una reforma que le diera carácter de Estado al DF se estaba convirtiendo en un objetivo difícil de alcanzar. Por ello, en años recientes se creó una Comisión Especial para la Reforma Política del Distrito Federal, quien elaboró un documento que enuncia los principales argumentos a considerar en el contenido del diseño institucional para lograr la tan ansiada Reforma.

Con base en las diversas propuestas presentadas por los Grupos Parlamentarios que integran la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), V legislatura, el texto indica que la Reforma Política del Distrito Federal es un procedimiento jurídico-político que tiene como objetivo el rediseño institucional de los tres órganos de gobierno locales. Estos son la ALDF, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, y el Tribunal Superior de Justicia Federal y de los distintos órganos de gobierno que conforman su administración pública.

El cambio tiene como finalidad propiciar una mejora sustancial en la gobernabilidad, la actividad administrativa y la participación ciudadana. El texto también indica que los Grupos Parlamentarios, a pesar de sus divergencias en los posicionamientos políticos, concuerdan en establecer una reforma transcendental que cumpla con los siguientes objetivos:

1.- Redefinir la naturaleza del Distrito Federal por medio de un ordenamiento jurídico que lo conserve como sede de los poderes federales, y en consecuencia le otorgue una nueva división político-administrativa en función de ser considerada capital de los Estados Unidos Mexicanos.

2.- Rediseñar el esquema de competencias de los órganos de gobierno del Distrito Federal, en particular las de la ALDF.

3.- Optimizar la relación entre dichos órganos y modificar el esquema de distribución de competencias con respecto a los poderes federales.

4.- Mejorar el funcionamiento de la administración pública local en sus distintos niveles, en particular los órganos político-administrativos denominados delegaciones.

5.- Fortalecer los órganos autónomos del DF.

De esta forma, el procedimiento legislativo a seguir para cumplir con los objetivos que plantea esta propuesta es el siguiente:

  • Reforma Constitucional.-  Se deberá elaborar una iniciativa para reformar los artículos 44 y 122 constitucionales que redefina la naturaleza jurídica de la Ciudad de México bajo alguno de estos escenarios: mantener la naturaleza jurídica vigente del DF como sede de los Poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos; erigir una nueva entidad federativa de la República Mexicana denominada “Estado del Valle de México”; definir una nueva naturaleza jurídica sui generis que otorgue al Distrito Federal el estatus de sede de los Poderes de la Unión y Capital de los Estados Unidos Mexicanos, así como de entidad federativa.
  • Abrogación del Estatuto de Gobierno.– Una vez realizada la Reforma Constitucional, se deberá abrogar el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal con la finalidad de emitir un nuevo ordenamiento que, en consonancia con la nueva naturaleza jurídica del Distrito Federal se deberá plasmar en la Constitución (en caso de considerarse como una nueva entidad federativa) o en el Estatuto Constitucional (en caso de que la ciudad conserve su status vigente como Distrito Federal).
  • Reforma a la legislación secundaria.- Para finalizar el proceso se deberá armonizar la legislación secundaria vigente en el DF (códigos, leyes y reglamentos) para hacer funcionales los puntos antes citados.

La propuesta del Pacto Por México

Ante los objetivos planteados, las propuestas de Reforma Política al DF han sido numerosas, aunque sin resultados satisfactorios. En 2012, el llamado “Pacto por México” enunció, dentro del Acuerdo para la Gobernabilidad Democrática, que se impulsaría la culminación de este proceso político a través de una mesa de negociación para acordar los términos que contendría la propuesta final.

Los temas que se establecen como primordiales dentro de los proyectos de reforma son:

  1. Se definirá el nombre oficial de la Ciudad de México que es la capital de la República.
  2. Se dotará de una Constitución propia al Distrito Federal.
  3. Se revisarán las facultades del Jefe de Gobierno y de la Asamblea Legislativa del DF.
  4. En el orden de gobierno delegacional o equivalente se impulsará la elección de gobiernos colegiados con representación plural, semejante a los ayuntamientos, acorde a la presencia de las fuerzas políticas en cada demarcación.
  5. Se definirá un esquema del Distrito Federal que considere su carácter de capital de la República.

A partir del establecimiento de las mesas de negociación para la creación de esta Reforma Política, el pasado 13 de agosto de 2013, Miguel Ángel Macera, jefe de Gobierno del DF, presentó al Consejo Rector del “Pacto por México” su propuesta de reforma. Mancera expuso que su proyecto refleja las principales demandas de los habitantes de la Capital de la República.

De esta forma, la Reforma Política del Jefe de Gobierno plantea los siguientes puntos:

  • El establecimiento del DF como entidad federativa, es decir, ya no será un Distrito Federal sino la Ciudad Capital.
  • Convertir a las delegaciones en demarcaciones territoriales gobernadas por alcaldías.
  • Que el DF cuente con una Constitución propia, la cual sería la ley suprema de la entidad. La ALDF tendrá la facultad de aprobar las adiciones o reformas que competen a la demarcación.
  • Delimitar los poderes del Congreso de la Unión, exponiendo que a este órgano le correspondería legislar en materia de coordinación de la zona metropolitana conurbada y también intervendrá en materia de deuda pública,
  • La Constitución Política de la Ciudad de México establecerá las facultades de los titulares del Gobierno y de los órganos colegiados de las demarcaciones territoriales.
  • En la elección de los titulares de las demarcaciones y de los órganos colegiados podrán participar los ciudadanos en forma independiente y los partidos políticos con registro local en la Ciudad de México.
  • Delimitar las facultades del Presidente de la República, es decir, el Ejecutivo Federal perderá algunas facultades, como el nombramiento o destitución de algunos servidores públicos del DF. Acción que recaería en el Jefe de Gobierno.
  • El Poder Judicial se ejercerá por los tribunales, la independencia de los magistrados y jueces.

“De lograrse estos cambios constitucionales se garantizaría a los habitantes de la Ciudad de México mejores niveles de desarrollo social y humano y un aumento sustancial en la calidad de los servicios públicos” indicó Mancera en un artículo escrito para el periódico Reforma.

Las otras propuestas

A finales de ese mismo año, un proyecto de dictamen de la Reforma Política comenzó a circular entre integrantes de la Cámara de Senadores. La propuesta, que reunía al menos ochos iniciativas que buscaban impulsar el cambio político- administrativo de la capital del país, plantea renombrar al DF como Ciudad de México, además de convertir en alcaldías las 16 delegaciones, y crear una Constitución Política única para la ciudad.

Se subrayan cambios a más de 30 artículos de la constitución, siendo el 122 el que más modificaciones tendría, ya que es el relativo a la conformación del DF y su administración pública.

¿Cómo le va a la reforma?

Aunque se cuenta con propuestas interesantes para lograr la tan ansiada Reforma Política del DF, la aprobación de la misma sigue siendo una labor que no se puede concretar. Durante los primeros días de febrero del presente  año el destino del cambio político se auguraba favorable. El presidente de la Comisión del Distrito Federal en el Senado, Mario Delgado, indicó en ese entonces que ya era un hecho que la aprobación del dictamen de reforma. Señaló que esto ocurriría durante los primeros días de febrero, y además convocó a la ciudadanía a participar en la elaboración de la Constitución de la Capital a través de un sitio web, destacando así que esta sería la primera Asamblea virtual constituyente del mundo.

Esta semana, un evento puso en jaque de nuevo el dictamen de Reforma Política del DF. El acuerdo realizado entre los principales partidos políticos y el gobierno federal establecido en el “Pacto por México” se disipó, lo que ha dado como resultado el estancamiento de los trabajos para lograr un cambio político significativo para el DF y su ciudadanía. Para evitar este hecho, legisladores locales y federales del PRD acordaron reponer e impulsar el proyecto a fin de aprobar la iniciativa en este periodo ordinario de sesiones. Aún así, esta por verse la opinión del resto de los Partidos Políticos.

Queda en el aire la aprobación de la Reforma Política para el DF, para que de esta forma se ponga punto final a esta historia que aún no encuentra su fin.

Con información de medios. 

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