El intentar mediante movimientos o advertencias que otras personas invadan nuestro espacio personal es una reacción automática de supervivencia.
Boston, Estados Unidos.– Investigadores de la Universidad de Boston realizaron un estudio para identificar las regiones del cerebro que se activan cuando un objeto se acerca demasiado, lo que genera una respuesta automática e instintiva, reportó Notimex.
“Mediante investigaciones anteriores los científicos conocen que existe un espacio personal y que una invasión de éste puede hacer que las personas se sienten incómodas”, afirmó Daphne Holt, profesora de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston y parte del equipo de investigadores.
En monos y en seres humanos, se han logrado identificar una red de regiones cerebrales que incluyen dos áreas que responden a los objetos que se acercan demasiado: la corteza premotora en el lóbulo frontal y la corteza parietal, explicó la doctora.
“El área premotora del cerebro juega un papel en la generación de movimientos y otras acciones motoras, mientras que la corteza parietal es la parte que procesa la información sensorial sobre el mundo alrededor”, detalló Holt, “en esencia, las dos cortezas forman una red que reconoce y mantiene el espacio personal”.
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Durante su investigación, la doctora Holt realizó escáneres cerebrales a 22 voluntarios para después mostrarles imágenes de rostros, automóviles y esferas, primero acercándolas y luego alejándolas.
Al volver a escanear el cerebro de las personas los resultados mostraron que las dos áreas del cerebro respondieron cuando las caras, pero no los coches o las esferas, se acercaron, pero no cuando se alejaron.
“En efecto, el mantenimiento de espacio personal, o zona de defensa en todo el organismo, parece ser un mecanismo vital de supervivencia tanto en animales como en personas, pues si alguien está muy cerca del cuerpo podría hacerle daño”, comentó la especialista.
Si bien el concepto de espacio personal y protección parece estar bastante establecido en el cerebro, “todavía hay variaciones en cómo las personas definen su propio espacio personal desde la infancia y adolescencia hasta la edad adulta”, sostuvo la profesora.
Espacios personales
El antropólogo estadounidense Edward Hallm, en la década de los 60, identificó cuatro diferentes burbujas para describir el espacio alrededor de una persona.
La primera burbuja se considera espacio íntimo y se extiende en promedio unos 46 centímetros del cuerpo; por lo general se reserva para amigos cercanos y familiares.
La segunda, hasta 1.2 metros de distancia, a la que pueden entrar amigos y conocidos.
La tercera burbuja es de espacio social, desde 1.2 a 3.7 metros del cuerpo, y acepta las interacciones con nuevos conocidos y desconocidos que pueden tener lugar. Más allá de eso, la cuarta, corresponde al área pública, que cualquiera puede entrar.
si no respetamos el espacio personal de la otra persona se va a sentir imcomoda