A veces, postergar algunas actividades, distraerse de las tareas laborales y poner más atención a cosas sin importancia, pueden ser señales de que eres un procrastinador.
Aunque es un concepto complicado hasta para su pronunciación, en la práctica seguramente es más común de lo que nos imaginamos y probablemente en algún momento, nos hemos convertido en uno de ellos.
Pero para entender mejor de qué se trata esto, la definición de procrastinación dice que es la “acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables”.
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Distraerse de las actividades con cualquier cosa que está al alcance, revisar todo el tiempo las redes sociales, navegar en internet buscando cosas que no tienen nada que ver con el trabajo, son algunas de las acciones que se pueden catalogar como procrastinación.
Pero al procrastinador se le puede clasificar en dos categorías. Los eventuales, aquellos que realizan esto de forma esporádica y no se repite habitualmente; y los crónicos, que repiten de forma sistemática estas acciones.
Pero según el profesor e investigador de la Universidad Carleton de Ottawa, Tim Pychyl, esto esconde un mecanismo de defensa para no enfrentar aquellas cosas que nos causan temor, angustia, o que sentimos que no las podemos hacer.
También son una manera de evadir la realidad a través de momentos agradables pasajeros. “El procrastinador separa su yo presente de su yo futuro. Esto quiere decir que le damos más importancia a lo inmediato que a los beneficios o recompensas venideras”, asegura el sitio Entrepreneur.
Sin embrago, el hecho de procrastinar puede atraer cosas positivas, siempre y cuando no se convierta en un hábito crónico y raye en los límites de un trastorno incontrolable.
Viéndolo desde un punto de vista agradable y tratando de eliminar el sentimiento de culpa que ocasiona el procrastinar demasiado, estos momentos pueden ser esos instantes de relajación y descanso físico y mental, en donde recargamos energías para continuar con las labores diarias.