Y aunque parece ser que ésta crisis continuará, es importante analizar las posibles soluciones que existen y aquellas que se están llevando a cabo.
Liquidez y recapitalización
Por eso, es importante en primer lugar, evitar que el pánico y temor de los ahorradores se materialice en una fuga de capitales. Esto se logra a través de la inyección de liquidez por parte de los bancos centrales de cada país, en su función de prestamistas de última instancia de las instituciones financieras y del BCE, que puede apoyar a los bancos a través de subastas de liquidez. La otra es la recapitalización de los bancos, es decir, la inyección de capital directamente en el balance de la institución, proviene del le permite a las instituciones lograr los niveles mínimos requeridos de capital, fortaleciendo su situación financiera y evitando la quiebra de la institución, además de un subsecuente riesgo sistémico que afectaría a otras instituciones financieras y al sistema en su conjunto. Hasta ahora se ha logrado este objetivo con la inyección de recursos a las instituciones financieras a través de los gobiernos, los cuales han provenido del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que es un mecanismo que puede emitir bonos u otros instrumentos de deuda para proporcionar préstamos a los gobiernos de la eurozona con problemas financieros. Sin embargo, ni el BCE, ni el FEEF cuentan con recursos ilimitados en caso de que varias instituciones requieran ayuda.
Menores tasas de interés y crecimiento sustentable
Unificación de la Política Fiscal en la Zona Euro
La recuperación será a largo plazo
Si las autoridades no logran calmar los temores actuales, los mercados financieros, que se han mantenido a la espera de soluciones que al día de hoy permanecen como propuestas, tendrán una menor credibilidad sobre la ejecución y alcance de las soluciones y con ello, el nerviosismo que hemos visto en los últimos meses se incrementará, empeorando la situación en general.